El celular es la principal causa de accidentes de tránsito en Quito

Ayer (9 de abril del 2018), en un recorrido de este Diario, se registró el uso de teléfonos inteligentes en la calle Manglaralto, en el sur. FotoAyer (9 de abril del 2018), en un recorrido de este Diario, se registró el uso de: Armando Prado/ EL COMERCIO.

Ayer (9 de abril del 2018), en un recorrido de este Diario, se registró el uso de teléfonos inteligentes en la calle Manglaralto, en el sur. FotoAyer (9 de abril del 2018), en un recorrido de este Diario, se registró el uso de: Armando Prado/ EL COMERCIO.

Ayer (9 de abril del 2018), en un recorrido de este Diario, se registró el uso de teléfonos inteligentes en la calle Manglaralto, en el sur. Foto: Armando Prado/ EL COMERCIO.

Fausto V. tiene 23 años y hace tres meses, cuando se dirigía a una fiesta en Cumbayá, sufrió un accidente de tránsito.

Comenta que mientras conducía tomó su celular en varias ocasiones para revisar su WhatsApp y otras redes sociales. Sin embargo, cuando estaba próximo a llegar a su destino decidió escribir en un chat grupal para pedir que alguien saliera a recibirlo, pero en cuestión de segundos perdió el control del auto y se estrelló contra un poste.

“Como ya iba a llegar me retiré el cinturón de seguridad y por eso cuando choqué, los golpes fueron muy fuertes”, señaló el joven.

Producto de ello, dos de sus costillas se rompieron y su vehículo se destruyó en un 45%.

Según estadísticas de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), entre enero y febrero de este año se han registrado 1 180 siniestros de tránsito en la capital y la principal causa es la distracción del conductor por el uso de aparatos como el celular. La segunda causa es conducir sobre el límite de velocidad y la tercera, el irrespeto a las señales de tránsito.

Julio Puga, director de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), confirma que la principal causa de accidentes en Quito “es justamente la distracción del conductor. Es gravísimo, hay choques por alcance, pérdida de carril, por distraerse con el celular”.

Puga explica que cuando un auto circula a 100 km/h, recorre 28 m en un segundo, por lo que cuatro segundos con la mirada en el celular significaría que el conductor recorrió una cuadra entera prácticamente con los ojos vendados.

De allí que el uso de este dispositivo está completamente prohibido cuando un vehícu­lo está circulando o parado en un semáforo. “No podemos perder el campo de vista, porque en pocos segundos pueden pasar muchas cosas como choques por alcance, perder el carril de circulación o arrollamientos. Y cuando estamos en el semáforo tampoco debemos dejar de ver a nuestro alrededor”, señaló el funcionario.

Karina Ayala conduce a diario su vehículo para llegar a su oficina y cuenta que hace tres semanas paró en el semáforo que se ubica entre la avenida Mariana de Jesús y 10 de Agosto. Mientras esperaba la luz roja decidió revisar su Whatsapp y vio que frente a su auto estaban tres niños haciendo malabares para pedir una moneda.

“No los tomé en cuenta. Cuando se puso en verde iba a arrancar, pero no me entró la marcha y cuando volví a embragar uno de los niños se levantó del piso, pues se había agachado a recoger una de las pelotas que se le cayó mientras hacía los malabares. No quiero imaginarme qué hubiera pasado si yo arrancaba enseguida”, dice. “Si le pisaba era mi culpa, porque si yo no hubiera cogido el celular me hubiera dado cuenta de que él se agachó”.

A pesar de que, año tras año, la primera causa de accidentes continúa siendo el uso de dispositivos como el celular, los accidentes en general han bajado en proporción, si se comparan las cifras de enero y febrero del 2016 y del 2017 con las del 2018 (ver infografía).

Guillermo Abad, director de Justicia Vial, explica que la reducción de las cifras debe mantenerse de forma sostenida, para considerar que hay una verdadera disminución.

“Puede ser que las medidas de control que se han incrementado en las vías hayan incidido en estas cifras. Sin embargo, todavía no se pude cantar victoria porque la tendencia debe bajar por varios años, solo así se puede pensar que las políticas públicas han dado resultado y no que las cifras son solo una coincidencia”.

Daniel Salinas es gerente general de Drivers Academy, la primera escuela de conducción del país que utiliza simuladores y aparatos tecnológicos de realidad virtual para hacer que los estudiantes aprendan a través de la experiencia.

“Las nuevas generaciones están más apegadas al uso del celular, por eso nosotros utilizamos nuevas estrategias para sensibilizarlos sobre las consecuencias que pueden existir al utilizar este dispositivo al conducir”, mencionó Salinas.

En las escuelas de conducción, los estudiantes deben recibir 34 horas divididas en teoría, práctica, mecánica básica, primeros auxilios y psicología.

Salinas sostiene que al menos una hora y media es utilizada para abordar el tema de distractores como el celular. Con unas gafas de realidad virtual, los estudiantes pueden vivir un accidente por la distracción al utilizar un celular.

Según la AMT, hasta mediados de marzo se ha sancionado a 849 personas por utilizar el dispositivo móvil al conducir. La multa es el 10% de una remuneración básica unificada y tres puntos menos en la licencia de conducir.

El Código Orgánico Integral Penal (COIP) determina una pena de tres a cinco años de privación de libertad si hay una muerte en un accidente por un distractor como el celular.

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