Ma.Fer Mejía Y.
Sección Jóvenes
Esta vez no me robaron el celular, al menos no con cuchillo en mano. Esta vez se quedó sin avisar en el taxi que me llevó el jueves a la universidad.
Y yo que dije: “nunca más voy a perder un teléfono”, pero ya son tres veces en 90 días, mucho para mi bolsillo. También dije que no iba a comprar más ‘chatarra’ que contaminara el planeta. Ahora me toca cumplir.
¿Será mi pésima suerte o la mala fe de la gente? Es decir, si soy despistada, qué más da. Pero si alguien se encontró mi ‘cel’ y no lo devuelvió ¿acaso no es un robo?
Cuando me tropiezo con algo que no es mío, busco al dueño. Espero que los demás hagan lo mismo. Pero parece que no estamos en la misma frecuencia.
¡Qué mal! Y eso que mi celular no tenía ni siquiera camarita. Mis amigos se burlan, dicen que soy la mejor clienta de las telefonías móviles. Pero esta vez no compraré un nuevo teléfono…