Redacción Política
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En la avenida Jorge Garcés, la principal del barrio capitalino, Comité del Pueblo, aún quedan vestigios de lo que fue la pasada campaña presidencial. Banderines verdes con la imagen del presidente Rafael Correa y la frase ‘La Revolución Ciudadana está en marcha’ cuelgan en los postes.
El alto volumen de la música caracteriza a esa avenida, donde predomina el comercio informal. Dos moradores del sector, José Luis Jarrín y Juan Carlos Mina, observan a los transeúntes.
Ellos desconocen el término comité de defensa de la Revolución Ciudadana, que en la última semana alcanzó mayor protagonismo en los medios de comunicación. Ocurrió luego de que el 10 de agosto pasado Correa convocó a la ciudadanía a organizarse en comités familiares para defender a su Gobierno ante posibles intentos “golpistas”.
Los dos jóvenes cuentan que en ese sector Correa tiene mucho apoyo, pese a ello ambos no coinciden con el discurso del Presidente. Incluso en abril pasado, antes de las elecciones, las calles del lugar se llenaron durante la visita de Correa, contó Mina.
Lo confirma Miriam Males, una comerciante minorista de la Asociación 18 de agosto, que respalda al Régimen. Ella fue parte del festejo que esa agrupación le hizo en abril pasado al Mandatario por su cumpleaños, durante su visita a ese sector.
Males estaría dispuesta a organizarse para apoyar la creación de los comités, sin embargo, ignora por ahora el concepto de esas agrupaciones. Tampoco sabe que los comités son una práctica en Cuba y Venezuela.
Según el Régimen, estas agrupaciones no serán armadas, pero buscarán preservar al Gobierno de ‘intentos desestabilizadores’. Para Mauricio Gándara, ex ministro de Gobierno, las brigadas barriales que se promueven desde el oficialismo “abrirán paso a espías y garroteros, que dividirán incluso a las familias”.
El anuncio hecho por Correa puso en evidencia su preocupación ante un posible golpe de Estado. Como fundamento el Régimen toma como base el golpe de Estado en Honduras y las denuncias de supuestas vinculaciones del Gobierno con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Por su parte, Carlos, un taxista del Comité del Pueblo, ve con preocupación el llamado de Correa. Dijo que el tema se presta para una “doble interpretación”. Por una parte podría ayudar en la inseguridad, pero por otro lado sería un control a quienes no piensan igual que el Gobierno, dijo.
“Yo prefiero seguir trabajando en lugar de pertenecer a alguna de esas organizaciones”, añadió. Al igual que él, Luis Salvatierra tampoco participaría, pese a que apoya las políticas sociales de Correa. Cree que la integración de estas no debe ser “impuesta”.
El Comité del Pueblo, uno de los sectores más populosos del norte de Quito, con 600 000 habitantes, es uno de los barrios a los que el oficialismo aspira a reactivar políticamente.
Una de las metas es recuperar la base de datos de cada parroquia dentro de la estructura nacional que ya existe, explicó César Andrade, coordinador provincial de Acción Política de Movimiento País. En Quito hay un comité familiar por cada una de las ocho zonas de la ciudad. Cada uno de ellos tiene 120 miembros que a la vez son dirigentes barriales.
Luego se harán convocatorias y, posteriormente vendrá la capacitación. No obstante, las directivas provinciales ya iniciaron el trabajo de aclarar las dudas que se generen sobre la conformación de esas brigadas.
Ayer por la tarde, el buró de Pichincha se reunió en la central de Movimiento País de la Av. De los Shirys. La dirigencia negó que estos grupos promoverán la violencia. También dijeron que el Presidente y el buró nacional tendrán a su cargo delinear los parámetros de los comités. Con base en ello, se iniciará la capacitación.
Respecto a su financiamiento, se desconocen los montos que se destinarán para su operatividad . Según la asambleísta, Rossana Alvarado, de ese tema se ocupará Mov. País y no el Gobierno.