Cuatro causas desatan riñas en fin de año

El viernes, la Policía detuvo a una persona que causó una riña callejera en el Suburbio. Foto: Mario Faustos/EL COMERCIO

El viernes, la Policía detuvo a una persona que causó una riña callejera en el Suburbio. Foto: Mario Faustos/EL COMERCIO

El viernes, la Policía detuvo a una persona que causó una riña callejera en el Suburbio. Foto: Mario Faustos/EL COMERCIO

Las causas están identificadas. Las razones usuales por las que en las fiestas de fin de año se desatan las riñas son por resistirse a asaltos, por problemas con vecinos que impiden quemar los monigotes cerca a sus casas. Además, por bromas subidas de tono con las viudas que salen a las calles y con el consumo excesivo de alcohol.

De hecho, la Fiscalía dice que en las últimas festividades de cada año “aumentan” los robos a personas. En diciembre del 2015, en el país hubo 895 denuncias. Entre el 1 y el 8 de este mes sumaron 540 quejas.

El director del Centro de Operaciones de Emergencia del Municipio de Quito, Cristian Rivera, recuerda que el año pasado, en la quema de viejos de la Michelena, en el sur de Quito, dos hombres y dos mujeres se enfrentaron a golpes.

Esto ocurrió, porque una pareja de la zona no se dejó robar, respondió violentamente y se enfrentó a los asaltantes.
En Guayaquil, en el hospital Abel Gilbert Pontón las atenciones de emergencia se duplican en diciembre. El año pasado, en este mes el personal recibió más de 20 pacientes por día. Todos llegaron con golpes y heridas causadas por diferentes armas después de una pelea callejera. En otros meses no pasan de 10 casos al día.

María Luisa Meneses
, líder del área de Salud Mental del hospital, sabe que estos hechos incluso pueden terminar en decesos. Entre enero y octubre del 2016, el Ministerio del Interior reportó 790 muertes violentas en el país. De eso, 195 ocurrieron tras una riña.

El viernes pasado, dos hombres que aparentemente estaban ebrios protagonizaron un pleito en el suroeste, cerca del Abel Gilbert. Eran las 13:15 cuando Carlos Gonzabay, de 30 años, rompió una botella para agredir a José Beltrán, de 27 años. Un patrullero que circulaba por el sector los detuvo.

Beltrán se negó a decir por qué comenzó el ataque, aunque aseguró que su reacción fue producto de una borrachera.
El Código Penal (art. 396) sanciona con cárcel de entre 15 a 30 días a la persona que, voluntariamente, hiera o golpee a otro, causándole lesiones o incapacidad para el trabajo que no exceda de tres días.

Para la psicóloga clínica Carolina Delgado, las bebidas alcohólicas agravan la conducta del individuo. “Si la persona tiene un carácter violento y bebe demasiado es más probable que busque solucionar los conflictos a golpes”.

La violencia ligada al alcohol genera trastornos en la personalidad. Cada mes, el Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil atiende unos 12 casos de este tipo.

Victoria Silva, psiquiatra del instituto, sostiene que el 70% de las personas que bebe alcohol en exceso tiene un comportamiento violento. “En muchas ocasiones el paciente se torna impulsivo y suele atacar a su entorno familiar”. Además detalla que esta conducta afecta en su mayoría a los hombres y en un 40% a las mujeres.

En la Unidad de Flagrancia de Guayaquil, el personal confirmó un aumento en las denuncias por agresiones durante diciembre. Según el fiscal William Aguilar, en feriados como estos se receptan más de 50 acusaciones diarias y en un día regular no pasan de 20. La Cruz Roja, en cambio, no registra mayores atenciones por riñas a escala nacional.

El coordinador nacional de atención prehospitalaria, Henry Ocho, confirmó que entre el pasado viernes y ayer registraron nueve casos de violencia civil. Dentro de esa categoría están las peleas. Mientras en un período similar del año pasado, los socorristas asistieron a 29 personas.

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