El caudal del río Ambato se redujo y 17 133 familias tienen poca agua
Rwdacción Ecuador
El campesino Pedro Tamayo está preocupado porque está a punto de perder sus cultivos. Hace dos meses, el agua dejó de fluir por el canal de riego de San Vicente de Tilulún.
Éste irriga 10 hectáreas de cultivos de maíz, papas, culantro y árboles frutales de pera y claudia. Las plantaciones pertenecen a 20 familias de la comunidad, ubicada a 5 km de Ambato.
Tamayo dice que el río Ambato, la principal fuente de abastecimiento del canal, perdió una buena parte de su caudal. “No se qué hacer. Los cultivos y los frutales se están secando. Estimo que en este año bajará la producción de frutas en la zona”, asegura.
Con un azadón construye un pequeño dique para almacenar agua. La casa del agricultor está cerca del afluente. “Es la única forma de obtener agua en esta época de sequía. Caso contrario, no habrá comida ni para los animales”.
Su hermana, María Tamayo, recuerda que hace 20 años el afluente tenía suficiente agua para el riego. Ahora, el caudal bajó.
También recuerda que antes los niños y adolescentes pescaban en este río, que nace en los nevados Carihuayrazo y Chimborazo. Allí se encuentran las vertientes que abastecen de agua a Guaranda, Riobamba y Ambato.
El agua del río era cristalina y había truchas. Ahora, hay más piedras que agua. Más abajo está contaminado por las aguas servidas que se produce en la ciudad.
Cerca de la casa de los Tamayo está María Andagana. La campesina dice que antes en el río Ambato la gente se bañaba, especialmente, los fines de semana. “Los ambateños realizaban caminatas hacia el balneario de Aguaján. Ahora está seco”.
Esto preocupa a Asaél Sánchez, jefe de la Agencia de Aguas de Ambato. Él asegura que en la parte intermedia del río, las acequias Darquea-Tilulún, Chacón-Sevilla, Catiglata-La Península, Ambato-Huachi-Pelileo y Lalama tienen problemas.
La falta de líquido impide que 17 133 familias irriguen 9 815 hectáreas de cultivos con normalidad. Por el estiaje, los usuarios ajustaron los turnos de riego.
Hay agricultores que están irrigando una vez a la semana o cada 15 días. “La idea es que nadie se quede sin agua en sus terrenos”.
Los vecinos de la parroquia Las Viñas, a 10 km de Ambato, irrigan los cultivos de apio, ají, tomate y acelga con las aguas servidas que llegan desde la parte alta de la capital de Tungurahua.
“El río Ambato está seco. Tenemos que utilizar el líquido que sale por la alcantarilla. Si no hacemos eso, los cultivos se van a dañar y perderíamos lo poco que tenemos”, comenta Alonso Nuela, habitante del sector.
Él y otras 30 familias se abastecían de la acequia Illina.