El 18 de mayo del 2013, un grupo de personas realizó una marcha, en Quito, en contra de la agresión a las mujeres. Foto: archivo EL COMERCIO
Nuevas inquietudes surgen en torno a la muerte de la joven quiteña Karina Del Pozo. El abogado y la familia de David Piña, sentenciado a 25 años por el asesinato y agresión sexual de la universitaria, en febrero del 2013, asegura que él no fue quien terminó con la vida de la chica.
Tras cuatro años del crimen, el caso aún no se ha cerrado judicialmente. La defensa del procesado, quien actualmente está en la cárcel de Latacunga, espera que se realice la audiencia de revisión a la condena.
Esta es la última instancia en la que se podría determinar su inocencia o no, pues la familia y el abogado Patricio Armijos señalan que Piña es inocente.
Entre sus argumentos están la falta de pruebas e irregularidades en el proceso. El procesado fue sentenciado junto a José Sevilla y Gustavo Salazar, en el 2013.
En su fallo judicial, el Tribunal de Garantías Penales de Pichincha, que los condenó, señaló que estos dos últimos fueron cómplices, mientras que a Piña lo sentenciaron en calidad de autor del homicidio.
Pero solo este último ha pedido la revisión de su condena. Hoy su abogado tiene planificado dar una rueda de prensa. En el pronunciamiento detallara las acciones que seguirán en el caso. En tanto, la familia de la joven fallecida no se ha pronunciado al respecto.
La muerte de Karina del Pozo generó una conmoción social en 2013. En ese año se compartía su fotografía en redes sociales.
Organizaciones de mujeres también marcharon en contra de la violencia de género. En agosto del 2014, en el país se tipificó el femicidio.