Corría el 11 de marzo del 2008. Habían pasado solo 10 días del bombardeo perpetrado por el Ejército colombiano a una base de las FARC en Angostura, en suelo ecuatoriano. Ese día, el entonces ministro de Defensa calificaba como “necesaria para la seguridad nacional” la compra de siete helicópteros para tareas de rescate.
El 20 de marzo, la Junta de Defensa Nacional resolvía “declarar emergente” esa adquisición. Documentos oficiales en poder de EL COMERCIO señalan que tras “los hechos generados el 1 de marzo del 2008” era indispensable nuevas aeronaves para la FAE, pues “los escuadrones de helicópteros de esa fuerza se encuentran disminuidos en número y capacidad…”.
Siete años han transcurrido de esos comunicados. Y ahora cuatro de los siete Dhruv, especializados en tareas de rescate, están destruidos tras estrellarse y los otros tres oficialmente quedaron en desuso en estos días.
Pocos días antes de que se firmara el contrato con la empresa HAL, fabricante de esas naves, en los oficios, un alto oficial señalaba esto: “luego de haber revisado el contenido del informe técnico, legal y económico, puedo manifestar que la única empresa que cumple con toda la información requerida en las bases y en el aspecto financiero” es HAL.
El militar era uno de los cinco uniformados que integraban el Comité de Contrataciones de la FAE. Todos votaron a favor de otorgar el contrato a la compañía india.
Incluso otro de esos oficiales resaltaba que HAL era la “única empresa que reúne” todos los requisitos técnicos.
Eso se contradice con los informes de las juntas investigadoras que analizaron los dos últimos accidentes de los Dhruv y que se hicieron públicos el miércoles anterior.
Los peritos concluyeron que hubo fallas técnicas en los dos aparatos. ´
Las investigaciones que hizo Contraloría también contrastan con los criterios de los oficiales de aquel Comité. El organismo sostuvo que la compañía india entregó tres naves con motores del 2005 y 2007, pese a que en el contrato se fijó que fueran del 2008. Lo mismo ocurrió con las palas (hélices) del Dhruv 601, destinado al presidente Rafael Correa. Además, los cascos de protección para los pilotos llegaron con fisuras, el sistema de oxígeno no fue instalado en ningún aparato.
Ahora la FAE, y concretamente el Ala de Combate 22, encargado de pilotear los Dhruv, vuelve a quedar “disminuido” en capacidad operativa. Allí solo quedan helicópteros TH-57, Bell 206 y dos avionetas.