Redacción Siete Días y El Tiempo, Bogotá, GDA
Si todo sale mal respecto al cambio climático, los arquitectos ya idearon un plan B: casas flotantes para vivir cuando el mar suba de nivel.
La idea ya anda en EE.UU.
Morphosis Architecs construyó la primera casa flotante de Estados Unidos. El modelo está ubicado en Nueva Orleáns y busca incrementar la seguridad de sus habitantes en caso de una inundación.
En este proyecto, el despacho comandado por Thom Mayne trabajó para la fundación Make it Right que Brad Pitt creó en 2007 para ayudar a los afectados por el huracán Katrina.
Para 2010, la institución dedicada a servicios de beneficencia tendrá alrededor de 150 hogares en la zona. En Holanda, país reconocido por ganarle terreno al mar, y en Estados Unidos, el tema ya está desarrollado y se definieron los tres principios que guían a la construcción de estas casas flotantes: que sean económicas, que floten en caso de inundación y que sean verdes, cubriendo sus necesidades hídricas y eléctricas.
¿Exagerados? No según las predicciones de las Naciones Unidas. Según el organismo, en menos de medio siglo millones de personas perderán sus hogares por la subida de las aguas.
Holanda, cuyo 20% está bajo el nivel del mar, es uno de los países que pueden sufrir con el tema. Según un estudio de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, las 10 ciudades con mayor riesgo, en términos económicos, se encuentran en dicho país, además de en Estados Unidos y Japón.
En Holanda, los modelos de cambio climático predicen que los sistemas de diques y canales ya no van a ser suficientes para evitar el empuje de las aguas.
Dura Vermeer, una de las principales constructoras del país, levantó una manzana de viviendas flotantes en Maasbommel, a orillas del río Maas, basándose en los diseños de un estudio importante de la capital, Factor Architecten. Si se produce una inundación o el nivel de las aguas aumenta, las casas y sus cimientos flotarán.
En ese país una sola empresa, Ooms Bouwmaatschapij, asegura que 5 000 personas están en la lista de espera por su nueva casa capaz de flotar, que costará entre USD 180 000 y 500 000.
Su vecina, Alemania, también tiene proyectos similares. La compañía Floating Homes ideó modelos de dos pisos de altura con embarcadero. En Canadá, la empresa International Marine Flotation System ofrece ejemplos de este tipo de vivienda. La empresa chilena Sitecna también presentó al mercado sus modelos.
El tema de viviendas flotantes hasta llegó al Gobierno. El año pasado, se habló de construir una isla, que costaría USD 14 000 millones, no solo para superar la presión demográfica, sino el peligro de la subida del nivel del mar provocado por el cambio climático.
La Isla Tulipán -que es la forma que le darían al proyecto- es el sueño de Joop Atsma, miembro del Partido Democristiano.
La isla se construiría a pocos kilómetros de la costa de Randstad, como conocen los holandeses a la región que engloba las ciudades de Ámsterdam, Rotterdam, La Haya y Utrecht. Varias empresas holandesas se dijeron preparadas para acometer la construcción, dada su amplia experiencia en ganarle terreno al mar.
La isla además tendría la función de proteger la costa ante las cada vez más frecuentes tempestades en el mar del Norte, que a menudo inundan las zonas costeras. Pero la idea concita quejas de los ecologistas. La Fundación Mar del Norte considera que es “una idea de locos”. Así lo manifestó su portavoz, Lisa Van Der Veen, quien agregó: “Será demasiado cara y tendrá consecuencias graves para el ecosistema”.