La mañana de este viernes 13 de mayo del 2019 una vivienda del barrio La Tola dedicada a esa actividad fue clausurada en un operativo. Foto: Cortesía Comisaría Cuarta
A través de denuncias ciudadanas, la Comisaría Cuarta de la Policía Nacional estableció que en algunas casas del Centro Histórico de Quito se alquilan habitaciones para que desconocidos consuman estupefacientes o licor. También para organizar fiestas clandestinas de jóvenes (conocidas como caídas).
Además, se conoció que ciudadanos extranjeros de escasos recursos arriendan piezas para vivir. Quienes acuden a esos lugares pagan entre USD 5 y 10 cada noche.
Para las autoridades, el problema radica en que esos inmuebles no cuentan con los permisos para funcionar como hostales. La mañana de este viernes 13 de mayo del 2019 una vivienda del barrio La Tola dedicada a esa actividad fue clausurada en un operativo dirigido por la comisaria Denisse Buñay. No hubo detenidos, pero la cerraron porque no tiene permisos para realizar actividades comerciales.
Ocho policías colaboraron con las autoridades. El objetivo es detectar los puntos que se prestan para organizar las caídas. También evitar que se arrienden habitaciones a personas que se esconden tras cometer delitos o consumir drogas. “El sitio en el que estuvimos hoy no cuenta con las garantías para acumular aforos de personas”, señaló Buñay.
La Comisaría suscribió una carta de compromiso con los administradores de la casa. Con eso se busca que conozcan la normativa sobre la prohibición de organizar eventos o arrendar piezas. “Tenemos la alerta que en unos de estos lugares se hacían llamamientos para una fiesta clandestina hoy. Lo que hacemos es preventivo y persuasivo”.
La finalidad también es evitar accidentes, pues la casa en la que se intervino hoy no cuenta con seguridades. “Son deplorables, sin condiciones para que habiten personas. El piso roto, los cables de electricidad expuestos a la gente, agua potable escasa”, precisó la comisaria Buñay.
La funcionaria señaló que quienes trabajan allí no tienen registros de la gente que llega a pernoctar; solo cobraban el alquiler.
Las quejas de la ciudadanía sobre esos inmuebles fueron receptadas en las asambleas comunitarias con los vecinos. En la actualidad, la Comisaría no cuenta con el número exacto de casas dedicadas a esas actividades, pero se levanta información.
En los próximos días se prevé un operativo en otro inmueble, también localizado en el Centro Histórico, en donde ocurre lo mismo. En ese caso, los propietarios utilizan la fachada de un hostal, el cual no tiene las autorizaciones para operar.