MilCambios, en la avenida Amazonas, es una de las agencias que opera con el aval de la ‘Súper de Bancos’. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Solo en una cuadra de la avenida Amazonas, entre las calles Ignacio de Veintimilla y Presidente Wilson en Quito, hay cinco locales en los que se lee el anuncio: cambio de monedas.
Se trata de negocios que llevan operando años en esta zona. “Muchos locales fueron abiertos por cambistas que antes operaban en la calle”, cuenta Edgar Jácome, presidente de la Asociación de Profesionales de Cambio de Divisas, que agrupa a 17 agremiados.
Pero en un plazo de 60 días, que comenzó a contar desde el 16 de enero pasado, varios de estos negocios tendrán que cerrar si no obtienen la autorización que otorga la Superintendencia de Bancos.
En el país, según el ente de control, solo hay dos casas de cambio con permiso para operar: MilCambios, ubicada en la Amazonas, y Foreignexchange Ecuador, en los aeropuertos de Quito y Guayaquil.
La Superintendencia realizó un operativo el 16 de enero pasado, en el que identificó 29 negocios en ocho ciudades, que funcionaban sin el aval de la entidad. De ellos, seis son establecimientos reincidentes y a los cuales la entidad había notificado hace más de seis meses que debían obtener el permiso. Los 23 restantes tendrán el plazo de 60 días para obtener las autorizaciones.
Jácome, quien también es gerente del local Megacambios, cuenta con RUC de persona natural para dar el servicio al igual que otros negocios que existen en el país. El documento es otorgado por el Servicio de Rentas Internas (SRI).
Según datos de la entidad tributaria, 54 personas naturales en el país tienen RUC para realizar esta actividad y, por ende, pagan impuestos.
Pero una norma emitida por la Junta Monetaria, en mayo del 2017, exige que estos emprendimientos estén constituidos como entidades financieras para que puedan funcionar en el país.
Para ello, las casas deben cumplir varios requisitos como tener un capital mínimo, que varía de acuerdo al volumen de compras de divisas.
Por ejemplo, las casas que compran hasta USD 788 682 al año deben tener un capital de constitución de USD 39 434, y quienes adquieran USD 5,2 millones o más al año, de 315 473.
“Es un error que nos pidan esos requisitos, cuando llevamos años trabajando con el RUC, con permisos municipales. Nosotros pagamos impuestos”, dijo Jácome.
El requisito del capital es la principal traba porque los movimientos en las casas de cambio promedian los USD 200 000 al año de acuerdo con datos de la Asociación.
Esta actividad, al ser el país una economía dolarizada, atiende a un mercado pequeño o de nicho. “Mucha gente que viene a hacer turismo al país ya viene con dólares y los que no traen esa divisa cambian cantidades pequeñas”, refiere Samir Hiweg, propietario de MoneyExchange.
Chen Cohen es originaria de Israel. La turista llegó ayer a la agencia de la casa de cambio Bank, ubicada en la av. 9 de Octubre, en Guayaquil, para cambiar 170 soles peruanos.
“Vine por transporte terrestre desde Perú y, por eso, recién busco cambiar mi dinero por dólares”.
En el negocio solo le ofrecían USD 34, cuando esperaba USD 50 porque el precio de cada sol está a USD 3,30. Cohen optó por buscar otros cambistas en la calle, pero también le ofrecieron menos. “Todo depende de la cantidad a cambiar”, dijo un trabajador informal.
Con el escenario de menor liquidez que atraviesa el país desde el año pasado, quienes se dedican a esta actividad han notado una reducción en el volumen de su actividad.
La afluencia de gente en locales como MoneyExchange es baja, pues los clientes más frecuentes en este local son personas que cambian, por lo general, pesos colombianos y soles peruanos en cantidades menores a USD 100.
Otro factor que ha incidido en el menor movimiento es que el Gobierno dejó de otorgar becas para el exterior a través de la Senescyt. En años anteriores, buena parte del movimiento en estos locales era de los estudiantes que llegaban a cambiar montos por encima de los USD 10 000 para ir a universidades europeas. Con ello, el número de transacciones en MilCambios cayó 50%.
A Milton Coral, gerente del sitio, le molesta que recién se hagan operativos de control a lo que califica como competencia desleal de cambistas.