El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estaba a punto de dirigirse a la Nación (7 de agosto) cuando se desató la alarma en la Casa Blanca a causa de un infante que se había saltado los controles de seguridad, informaron las autoridades.
El niño gateó por debajo de las alambradas y llegó hasta el césped en frente de la Casa Blanca.
En el servicio secreto se desató la alarma pero enseguida se detectó al “infiltrado” y los agentes lo devolvieron a sus padres.
“Vamos a esperar a que aprenda a hablar para interrogarlo”, bromeó un portavoz del servicio secreto. A causa del incidente el discurso de Obama comenzó con un poco de atraso.