Carlos Sevilla: ‘Los goleadores le sacaremos tarjeta roja a la inseguridad’

carlos sevilla si yo fuera alcalde

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Entrevista a Carlos Sevilla, candidato a la Alcaldía de Quito por Libertad es Pueblo (Lista 9). Foto: Roberto Peñafiel / EL COMERCIO

Carlos Sevilla es entrenador de fútbol. Ha sido campeón con el equipo de sus amores, el Deportivo Quito, y con Emelec. Pero también fue seleccionador de la Tricolor, cargo que pocos ecuatorianos han logrado a lo largo de la historia. Ahora da su primer paso en la política para dirigir a Quito, su ‘ciudad-equipo’, como la llama en su campaña.

¿Le gusta que le digan profesor?

Sí. Es más, tengo vocación de profesor. Fui profesor del Colegio Santiago de Guayaquil por 25 años y fui Rector encargado. He sido entrenador de ese colegio, del Juan Montalvo y del Andino.

También fue futbolista...

Primero llegué a las divisiones menores del Deportivo Quito y fuimos campeones en 1968. En 1970 también fuimos campeones en la reserva. En 1972 ya comencé a jugar en primera categoría, hasta 1976, pero mi paso por la primera categoría del Deportivo Quito fue corto.

¿Y por qué se hizo DT?

El fútbol fue siempre mi pasión, soñé ser futbolista profesional y lo pude lograr a base de mucho esfuerzo. No fue fácil, porque era interno del Colegio Carlos Zambrano de Uyumbicho, y me tocaba venir a la ciudad para entrenarme en las divisiones inferiores del Deportivo Quito, especialmente el último año, porque nos entrenábamos en la cancha de Chillogallo. En el viaje compartíamos en el bus con el pueblo, con la gente que llevaba a sus hijos en brazos, las compras que hacían en el mercado de San Roque, con pollos y gallinas. Mi tiempo como futbolista fue corto y por eso seguí este camino.

¿Siempre estuvo en el fútbol o pensó en otra cosa para su vida?

Quise ser psicólogo, pero me di cuenta que no podía solucionar ni mis problemas, y peor iba a solucionar los de los demás. Me asusté cuando fui al psiquiátrico a hacer una práctica y vi que los seres humanos vivían ahí en unas condiciones muy precarias. Dije: esto no es para mí y abandoné la psicología.

Quito tiene muchos problemas...

Muchísimos problemas. Esa es una de las razones fundamentales por la que estoy incursionando por primera vez en la política, pero como tiene que ser: con ideas nuevas, con gente nueva y, por sobre todas las cosas, lo que quiere nuestra ciudadanía y nuestro pueblo es que se hagan las cosas con transparencia. Ya se acabaron los contratos confidenciales, oscuros. Y en mi gobierno habrá transmisiones ‘online’, es decir, todo transparente, como son todos los actos de mi vida.

¿A quién hay que hacerle gol: a la basura, a la movilidad, a la inseguridad?

En mi ciudad-equipo, los goleadores vamos a sacarle tarjeta roja a la inseguridad y a la delincuencia. Vamos a ser implacables y vamos a actuar con mucha energía. Para eso necesitamos estar íntimamente ligados y trabajando con la Policía Nacional. En su momento, en coordinación con el Ministerio del Interior, pediremos que se capacite al máximo a nuestros policías, para que puedan tomar decisiones certeras en el momento cuando estén luchando con la delincuencia.

Y, entonces, ¿cuál sería la siguiente acción?

Después viene el tema de la basura. Es una vergüenza que la capital tenga tanta basura. Entonces necesitamos educar a nuestra ciudadanía. En lo que respecta a la recolección, vamos a tomar medidas drásticas, porque le han politizado demasiado a este tema y ha sido el foco de la corrupción. Tomaremos medidas radicales: o funciona la empresa recolectora de basura del Municipio o, simplemente, hay un concurso de licitación y así podremos hacer una concesión a una empresa internacional. Esa empresa, además, tiene que cumplir con el reciclaje, por el cual debe haber un retorno de esas ganancias al Municipio.

¿Qué tiene que hacer el alcalde para solucionar el problema de la movilidad?

Hay que tomar medidas inmediatas, bien analizadas con técnicos ecuatorianos y técnicos extranjeros. Está claro que nuestros técnicos no han podido solucionar este problema, las soluciones han sido momentáneas. Para eso vamos a recurrir definitivamente a la tecnología, es decir, hay que instalar el sistema interconectado, relacionado con el 911, con los semáforos inteligentes, cámaras de seguridad de altísima definición, software, chips y GPS.

Con el Metro la ciudad tiene un deuda alta. ¿Cómo va a hacer para financiar sus proyectos?

Con el tema del Metro hay que estar claros que no es la solución definitiva, sino que va a servir a un 13% de la población que utiliza el transporte público. Entonces se va a seguir manteniendo el servicio del Trole y la Ecovía. A los buses hay que asociarles en una sola empresa, con la finalidad de que ellos sean los alimentadores de este sistema con un pasaje único. Eso tiene que ser reorganizado, eso tiene que hacerlo gente de nivel internacional, porque nosotros tenemos un total desconocimiento de toda esta situación.

¿Es decir, el modelo es la concesión?

Sí. La concesión se hace con la finalidad de que esto funcione de una manera óptima. El 70% del presupuesto está empeñado, porque hay que pagar deudas del Metro, del aeropuerto, de la Ruta Viva... pero el ciudadano quiere soluciones inmediatas y, para ello, es fundamental la autogestión.

La autogestión es importantísima porque no se le puede decir a la ciudad, como lo han dicho alcaldes y concejales, ‘no tenemos dinero’, ‘no hay fondos’. Aquí hay que resolver los problemas de la gente y, para eso, hay que hacer autogestión a nivel nacional e internacional, y en eso no tengo ningún inconveniente, porque el fútbol me ha dado amigos en estos años.

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