Redacción Tulcán
Bertha Estrada vive 16 años en Tufiño, al nororiente de Tulcán. Ella llegó con su esposo colombiano. Su único documento era la solicitud de refugio. “Traté de sacar la visa de residente, pero es complicado”.
Ella, al igual que otros residentes colombianos en Tufiño, acudió a la reunión que convocó la Policía de Migración. Allí les explicaron sobre los requisitos para residir y trabajar en Ecuador.
350 dólares
cuesta la visa de residentes para los extranjeros. El trámite demora tres meses.Según Héctor Mejía, jefe de la Policía de Carchi, empezó el censo a los colombianos que residen en la provincia. La idea es conocer cuántos colombianos viven en las parroquias fronterizas del lado ecuatoriano y cuántos llegan por trabajo a los diferentes cantones.
La colombiana Rosa Chiles llegó hace tres años a Tufiño, con sus seis hijos y su esposo. “Tenemos un terreno y vivimos de un sembrío de papas”, cuenta Gabriela Tarapuez, hija de Chiles.
Esta familia no tiene la visa de residente, por lo que la Policía le pidió que legalicen su permanencia. Para Mejía, no es una persecución.
Pero los colombianos se quejan por los exagerados controles de la Policía y del Ejército. “Nos piden el pasado judicial y la Tarjeta Andina para ir a Tulcán, antes solo presentábamos la cédula”, dijo Nelly Valencia, ama de casa.
Ya es una semana que su hijo volvió de Medellín. Él fue retenido por la Policía de Migración en Rumichaca. “Le pidieron el pasado judicial, la Tarjeta Andina y cómo no los tenía le exigían que se regrese, a pesar de que él les explicó que vive en Chiles”, cuenta Valencia, con enojo.
Según Mejía, en las parroquias fronterizas la Policía ecuatoriana no pedirá el pasado judicial. Señala que los colombianos deben tener su visa de residentes y se acordó darles un plazo. Los controles migratorios se extenderán a los cantones Mira, Espejo y Bolívar.