Lucio Gutiérrez estuvo encarcelado cinco meses en el expenal García Moreno. Fabián Alarcón estuvo recluido en la Cárcel 4 de Quito. Fotos: archivo / AFP y EL COMERCIO
En la historia del Ecuador, dos expresidentes de la República han pasado por la cárcel: Fabián Alarcón y Lucio Gutiérrez. Gustavo Noboa, en cambio, se benefició del arresto domiciliario. La tarde de este 6 de noviembre del 2018, este Diario habló con Alarcón y Gutiérrez.
Ambos recordaron sus experiencias mientras estuvieron encarcelados y negaron haber tenido privilegios.
Entre febrero y mayo de 1999, Fabián Alarcón estuvo recluido en la Cárcel 4 de Quito. Él fue procesado por una presunta contratación ilegal de personal mientras fue titular del entonces Congreso.
Alarcón dice que tuvo una celda solo para él, con una cama y una mesa. Además tenía un televisor que lo usaba antes de bajar al desayuno.
Recuerda que allí veía el noticiero y se enteraba de lo que ocurría en el país.
El exmandatario cuenta que durante las mañanas le gustaba hacer deporte en el patio del centro de detención. Dedicaba al menos tres horas para hacer gimnasio, trotar o practicar boxeo con una persona a la que conoció dentro de la cárcel.
Asegura que el resto de horas libres se recostaba en su cama a leer libros de Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. “Durante el tiempo que estuve en prisión no tuve ningún trato especial; tuve que adaptarme a las reglas del lugar”, dice Alarcón.
El expresidente Lucio Gutiérrez también cuenta su historia. Estuvo encarcelado cinco meses en el expenal García Moreno en Quito y un mes en la Cárcel 4.
Fue acusado por malversación de fondos del Seguro Social y hasta por la muerte del periodista chileno Julio García.
Él decidió regresar al país el 14 de octubre del 2005, después de haber estado asilado en Colombia durante 12 días. Antes estuvo en Brasil.
Fue detenido por la Policía ese mismo día, en el aeropuerto de Manta. Quedó arrestado junto con su hermano Gilmar y el exsecretario de la Administración, Fausto Cobo.
Este último se convirtió en su compañero mientras duró la captura.
La celda en donde estuvo Gutiérrez tenía dos metros de ancho por dos de alto. Allí entraban dos camas y una cocineta. El baño estaba al frente de su cama.
Además aseguró que el lugar era húmedo y frío.
Gutiérrez le dijo a EL COMERCIO que durante las noches no podía dormir, porque los guardias entraban cada dos horas en la madrugada. Él dice que le levantaban el colchón para comprobar si tenía armas, droga y alcohol.
Durante el día pasaba en el gimnasio del penal. Los fines de semana recibía la visita de su familia. Sobre la alimentación recuerda que le daban tres comidas al día.
En el desayuno consumía avena con pan. En el almuerzo le daban sopa de granos, arroz con menestra y carne. En la merienda comía arroz con ensalada, pollo y café. Recuerda que esa comida era para todos los presos.
Gustavo Noboa, entre tanto, cumplió arresto domiciliario desde el 9 de mayo del 2005 hasta marzo del 2006. Pasó en su residencia en la urbanización Portón del Río (vía a Samborondón). Noboa fue acusado por el delito de peculado por presuntas irregularidades en la negociación de la deuda externa.
En tanto, hace más de un año, en Ecuador se encuentra preso el exvicepresidente Jorge Glas.
El pasado 21 de octubre del 2018 fue trasladado a la cárcel de Latacunga para cumplir una condena de seis años por asociación ilícita relacionada con la trama de corrupción de la constructora Odebrecht .
Antes estuvo en la Cárcel 4, en Quito.
Santiago Cuesta, consejero del presidente Lenín Moreno, aseguró que el exfuncionario tiene dentro de su celda el servicio de televisión por cable.
Además añadió que le preparan una comida especial y que lo tienen apartado del resto de detenidos.
El Ministerio de Justicia desmintió esas acusaciones y aseguró que Glas tiene el mismo trato que todos los internos.