Así lucía la noche del miércoles la Panamericana Norte, entre el ingreso a Carapungo y el Portal Shopping. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
La apertura de el Portal Shopping, el nuevo centro comercial de Carapungo, cambió la dinámica de los habitantes de Calderón y de quienes a diario se movilizan por la zona.
Levantar la edificación, que cuenta con un patio de comidas, 146 locales y 40 islas, tomó 17 meses. Son 165 000 m² de construcción que se asientan a la entrada de la parroquia con mayor crecimiento urbanístico de la capital.
Los dueños de los locales cercanos sienten que con la llegada de el Portal vino una activación económica. María Morales, quien atiende un local de expendio de fritada, contó que desde el 31 de octubre (cuando se abrió el centro comercial), sus ventas se han duplicado debido a la cantidad de gente que camina por el sector. El viernes pasado vendió 210 platos; ese día usualmente, no llegaba ni a los 100.
En Calderón viven cerca de 250 000 personas. Antes de la apertura del Portal, para llegar al centro comercial más cercano en transporte público se debían realizar tres transbordos y tardaban al menos 35 minutos. Hoy pueden ir a hacer sus compras a pie.
Según Miguel Chiriboga, gerente de DK Management, grupo empresarial que administra el Portal, los seis primeros días de apertura del lugar llegaron 300 000 personas. Muchos moradores de Calderón lo hicieron caminando.
Juan Manuel Aguirre, director de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), indicó que una de las principales dificultades tuvo que ver con la seguridad de las personas. Aguirre dijo que hubo un atropello y la AMT debió colocar vallas para evitar el cruce por lugares indebidos. Por eso recomienda que la gente colabore y cruce por las zonas indicadas.
En el momento, en el lugar hay un paso peatonal que atraviesa la avenida Simón Bolívar y que fue edificado por el centro comercial. Una alternativa podría ser la construcción de uno adicional sobre la Panamericana Norte, dice el funcionario.
Guillermo Abad, secretario de Movilidad, señaló que hace dos años y medio, la dependencia emitió un informe favorable en relación con la carga vehicular que iba a recibir el complejo. Se estimó que llegarían unos 3 000 autos por día, pero la cifra ha quedado corta en estos primeros días.
El ‘mall’ cuenta con estacionamientos para 2 500 autos y 500 motos, pero en los primeros días de funcionamiento del centro, terrenos cercanos fueron usados como parqueaderos. Hubo quienes dejaron sus vehículos en las vías y fueron retirados con winchas.
Los cuatro primeros días, luego de su apertura, quienes transitaban por la Simón Bolívar hacia el norte, y quienes viajaban por la Panamericana Norte, tardaron hasta 45 minutos en cruzar la zona.
Abad explicó que conforme pase el tiempo, la carga vehicular disminuirá, aunque durante diciembre habrá afluencia intensa, como sucede en otros centros comerciales.
Hay que esperar que la curva de visitantes se estabilice para verificar la demanda real y tomar medidas de fondo, señaló. Chiriboga calcula que el impacto podría medirse en enero.
Estos días, la Secretaría de Movilidad se encuentra trabajando en evaluaciones para hallar soluciones. Se han realizado reuniones permanentes entre la autoridad y los administradores del ‘mall’.
La movilidad se complica también por los taxis que se ubican en la Panamericana Norte en busca de pasajeros y bloquean uno de los dos carriles, lo que es prohibido. La AMT intensificará los operativos, a partir del sábado 9 de noviembre, para sancionar a los infractores.
La cantidad de agentes destinados al control vehicular se triplicó en estos días. Antes eran 10, hoy son 30. Aguirre asegura que otro de los inconvenientes fue la habilitación de una parada de buses frente al centro comercial, por lo que fue suspendida y reubicada unos 800 metros hacia la entrada a Carapungo. Ahora, el transporte público circula sobre el paso elevado del intercambiador.
Un factor que genera dificultades son las veredas angostas de la zona. Chiriboga indica que junto al centro comercial hay un local de venta de cerámicas que dejó la vereda de 1 metro de ancho, que resulta insuficiente para la cantidad de gente que visita el Portal, lo cual debe solucionarse.
Entre las recomendaciones que Aguirre considera, están el cierre de la entrada y salida de vehículos por la Panamericana Norte, colocar mayor señalización en los exteriores y que el centro comercial realice una campaña para que los visitantes aprendan a usar los pasos peatonales y respeten las señales de tránsito. Insiste en que se debe realizar un trabajo en conjunto con las autoridades.
El centro comercial, además, colocó un semáforo en la Giovanni Calles, para mejorar la movilidad. De ser necesaria otra intervención, Chiriboga señaló que el Portal está dispuesto a colaborar en todo lo que sea necesario para que los visitantes estén seguros.