Maquinaria pesada y camiones se utilizan para construir el paso deprimido que unirá la Pana con la Simón Bolívar hacia el sur. Foto: Eduardo Terán / El Comercio
Los tiempos de traslado siguen alterados. Desde la semana pasada, una nueva variante en la Panamericana Norte, a la altura de la intersección con la avenida Simón Bolívar, complicó la movilidad de los usuarios de esta ruta del norte de la ciudad.
La tarde del martes y la mañana del miércoles (8 y 9 de diciembre), los tractores y volquetas se encontraban cavando la segunda parte del paso deprimido que conectará Carapungo con la Simón Bolívar. Por esa razón, los vehículos que van desde Carcelén hasta Calderón y viceversa, se deben tomar una variante.
Ahora, el paso por ese punto se movió unos 20 metros hacia la avenida Simón Bolívar, haciendo una especie de semicírculo, y se redujo de seis a tres el número de carriles hábiles.
Es decir, en ese punto, los tres carriles son usados por quienes bajan desde Carcelén mientras los que van desde Carapungo esperan. Y luego, los vehículos que suben desde Calderón hacia Quito los usan mientras los que van de bajada esperan. Ese cambio alteró la cotidianidad de la gente que usa esa ruta. Esto durará entre dos y tres semanas, dependiendo de la ejecución de las obras.
Antes, María Alejandra Ruales tardaba una hora y 10 minutos en las mañanas, en llegar desde Marianitas hasta San Carlos, donde trabaja como empleada doméstica. Debe abordar dos buses y pagar doble pasaje. Hoy, se tarda una hora y media. Solo cruzar ese punto conflictivo, a las 06:50, en bus pasó de tomarle 35 minutos, a una hora.
Pero, los vehículos particulares también sienten el cambio. Alejandro Ruales trabaja en Tababela y antes, a las 08:30, le tomaba 40 minutos ir desde Jardines de Carcelén hasta su trabajo. Hoy se demora el doble, lo que implica despertarse antes y cambiar su rutina.
Según Mauricio Rodas, alcalde de Quito, los deprimidos serán los primeros en ser entregados. Al momento, la obra registra un avance del 45%. Según la Epmmop, unas 150 personas entre operadores y trabajadores trabajan en diferentes frentes durante el día, la noche y fines de semana.
Al momento, se trabaja en el ducto de doble cajón que servirá como extensión de la avenida Giovanny Calles. Este trayecto tendrá cuatro carriles que desembocarán en la Panamericana Norte.
Allí se trabaja además en el sistema alcantarillado que al momento baja por la quebrada desde Carcelén y La Bota. La rampa 2 del ingreso a Carapungo (av. Luis Vaccari), se mantienen los desvíos provisionales por los trabajos de movimiento de tierra y la excavación para la construcción del paso a desnivel de dos carriles que permitirá el giro directo de la Panamericana Norte hacia Carapungo.
Allí se construye desde el 9 de febrero pasado, un intercambiador a la altura de Carapungo para mejorar el tránsito vehicular en una zona del Distrito donde habitan
unas 150 000 personas.
Desde hace siete meses la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), empezó a habilitar rampas (desvíos) en los sectores de intervención.
Las dos primeras se habilitaron el 25 de mayo. Fue un carril extra que se ubica al lado derecho de la vía, sentido Calderón – Carcelén. En junio se habilitó otra rampa para ayudar a la circulación de quienes se movilizan en el sentido de Carcelén – Simón Bolívar.
Y a mediados de julio entraron en funcionamiento desvíos para ir de la Simón Bolívar hacia Carapungo y de La Bota a la Simón Bolívar. Durante ese tiempo, el traslado de la gente desde Carcelén hasta Calderón, y viceversa, aumentó en promedio 15 minutos y 20, en horas complicadas.
Sin embargo, hoy puede tomar hasta una hora hacer ese trayecto, en hora pico.