La Sociedad Chilena de Oftalmología ha registrado 285 traumas oculares en el contexto de las protestas en Chile, entre el 19 de octubre y el 18 de noviembre del 2019. Foto: EFE
La Policía de Carabineros asegura que suspendió el uso de perdigones de goma como herramienta antidisturbios, en medio de fuertes cuestionamientos por las cerca de 300 personas con lesiones oculares graves en el contexto de las protestas en Chile.
“Como una conducta de prudencia, se ha ordenado suspender el uso de esta munición no letal como herramienta antidisturbios”, afirmó el martes 19 de noviembre del 2019 el director general de Carabineros de Chile, Mario Rozas, luego de que oficialmente se contabilizaran 222 personas con heridas oculares graves tras el uso de estos perdigones o balines desde el inicio del estallido social en Chile el 18 de octubre pasado, que deja también 23 muertos, según la Fiscalía.
Los datos de la Sociedad Chilena de Oftalmología (Sochiof) difieren de los del Estado. Entre el 19 de octubre y el 18 de noviembre en sus registros hay 285 casos de traumas oculares durante las manifestaciones en Santiago y otras regiones.
La Policía afirma que estos perdigones son de goma, pero un estudio de la Universidad de Chile -con base en municiones extraídas a heridos en las protestas- mostró una composición distinta: 20% de caucho y el 80% restante de silice, sulfato de bario y plomo, “con una dureza equivalente a una rueda de skate”, de acuerdo con el informe.
En su declaración, el general Rozas explicó que tras el informe de la Universidad de Chile la institución ordenó un estudio interno, que arrojó también discrepancias con la información entregada por la empresa que les vende la munición, un cartucho que contiene 12 perdigones de 8 milímetros y 7 gramos de peso cada uno.
Basado en estas diferencias, agregó el jefe policial, los perdigones solo podrán ser utilizados a partir del martes 19 de noviembre, “al igual que las armas de fuego, como una medida extrema y exclusivamente para la legítima defensa cuando ya hay un peligro inminente de muerte”.
Los perdigones que habrían sido usados por la Policía en Chile están compuestos en un 20% de caucho y el 80% restante de silice, sulfato de bario y plomo, “con una dureza equivalente a una rueda de skate”, señala un informe de la Universidad de Chile. Foto: AFP
La restricción en su uso, sin embargo, “será evaluada cuando tengamos en nuestro poder los resultados de los estudios complementarios que hemos solicitado en laboratorios de Chile y el extranjero, así como las certificaciones complementarias solicitadas al proveedor”, precisó Rozas.
Triste récord
Los heridos en los ojos por perdigones se han convertido en una marca indeleble de este mes de manifestaciones en Chile, con víctimas como el estudiante Gustavo Gatica, de 21 años, herido en los dos ojos; o Carlos Vivanco, de 18 años, quien perdió la visión de un ojo tras ser herido en medio de las protestas en la comuna de La Pintana, en el sur de Santiago.
La cantidad de víctimas oculares supera a las de algunas zonas en conflicto en el mundo, por encima del número de casos ocurridos en Francia durante la crisis de los ‘chalecos amarillos‘, las protestas en Hong Kong y el conflicto israelí–palestino, según denuncias del Colegio Médico de Chile y agrupaciones de derechos humanos chilenas.
Hasta el lunes 18 de noviembre, eran cinco cortes locales de varias localidades de Chile las que habían acogido requerimientos para prohibir a la policía utilizar este tipo de munición contra participantes de marchas o manifestaciones pacíficas, ordenando también limitar el uso de gases lacrimógenos.
Para Paulo Abrão, secretario de ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), “no hay duda” de que existieron violaciones a los derechos humanos durante las manifestaciones sociales que desde hace un mes golpean a Chile.
“El tema ahora es medir cuál fue su alcance, apurar sus debidas responsabilidades y también individualizarlas, en vez de generalizar una situación”, dijo Abrão, de visita este martes en Chile para recabar información sobre las decenas de denuncias sobre vulneraciones provocadas por agentes antidisturbios durante las protestas.
Cinco de las 23 víctimas fatales que se contabilizan, corresponden a acción directa de agentes del Estado.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, denunció por su lado en Londres la “brutalidad policial” utilizada durante las protestas en Chile y otros países como Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Francia, Hong Kong, Líbano, Rusia o España, donde advirtió, se han “multiplicado” las protestas callejeras.
Bachelet envió a Chile una misión de la ONU para escuchar las denuncias de violaciones a los derechos humanos.