Guatemala, DPA
El ex presidente de Guatemala Alfonso Portillo fue capturado hoy en un exclusivo complejo del Caribe guatemalteco, tres días después que un juez ordenó su detención a solicitud de la justicia de Estados Unidos, que lo reclama por lavado de dinero a través de la banca norteamericana.
El presidente de Guatemala Álvaro Colom confirmó la captura del ex gobernante (2000-2004) y declaró que al Estado de Guatemala sólo le corresponde vigilar que se cumpla el debido proceso.
“Nadie está sobre la ley”, comentó escuetamente Colom, quien explicó que el trabajo de su gobierno en este caso se limitó a apoyar la coordinación entre el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un organismo antimafias que actúa con aval de la ONU.
Amílcar Velásquez, jefe del MP, dijo que el ex mandatario fue capturado en Punta de Palma, Izabal, 300 kilómetros al norte de esta capital, producto de un operativo a gran escala a cargo de fiscales del MP y de la Policía Nacional Civil (PNC).
Portillo, quien alcanzó el poder impulsado por el partido Frente Republicano Guatemalteco (FRG) cuyo caudillo es el ex general golpista Efraín Ríos Montt, es sindicado de lavado de dinero por unos 70 millones de dólares que trasegó a cuentas de familiares en bancos de Europa y el Caribe a través de la banca estadounidense.
Ríos Montt, quien es diputado al Congreso de Guatemala, declaró al conocer la noticia que espera que no se trate de una “persecución política”. No obstante, advirtió que Alfonso Portillo es su “amigo”, “pero la ley es la ley”.
La acción contra el ex mandatario guatemalteco es promovida por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, quien lo acusa del lavado de “millones de dólares”.
También intervienen agentes del Servicio de Rentas Internas y del Departamento Antidrogas (DEA), en el mismo estado.
Portillo “abusó de la confianza de la gente de su nación” y “utilizó la oficina de la Presidencia como su cajero automático particular”, expresó el lunes Preet Bharara, fiscal federal de Estados Unidos, después de que se presentara formalmente la acusación contra el ex gobernante.
La PNC y el MP cumplieron el domingo allanamientos en propiedades del ex gobernante en el oriental departamento de Zacapa, de donde es originario, con resultados negativos.
Portillo es señalado en Guatemala por millonarios actos de corrupción, junto a líderes del FRG, por lo que el ex mandatario apenas unos días después de entregar el cargo en enero de 2004 viajó subrepticiamente a México, donde había vivido antes.
El ex presidente rechaza los cargos y asegura que son producto de una “persecución política” promovida por sectores económicos a los que supuestamente afectó con sus políticas de gobierno.
Después de dejar la presidencia y ya residenciado en México, la Justicia guatemalteca abrió una causa en su contra por el saqueo de unos 120 millones de dólares del Ministerio de la Defensa, a través de “transferencias” a un banco estatal.
Portillo consiguió evitar su extradición de México valiéndose de distintos recursos legales, hasta que finalmente, y después de un nuevo cambio de gobierno en Guatemala tras la asunción en enero de 2008 de Álvaro Colom, optó por entregarse voluntariamente y el gobierno mexicano lo extraditó en noviembre de 2008.
Tras su entrega a las autoridades guatemaltecas, fue trasladado ante un juez, quien le otorgó una fianza de 120 000 dólares para concederle libertad condicional que fue pagada de inmediato.