La familia de Sandra Elizabeth Quishpe, la mujer de 35 años que murió atacada por cuatro perros cuando se dirigía a su trabajo en Quito, espera que el hecho se dirima en la Justicia. Así lo sostiene su abogado, Edwin Campaña, en diálogo con EL COMERCIO la tarde de este jueves 15 de febrero del 2018.
“La Fiscalía nos receptó la denuncia y mañana y el sábado se presentarán diligencias en las que justificaremos que los propietarios de los canes tuvieron responsabilidad porque, obviamente, no hubo el deber objetivo de cuidado”, dice Campaña.
“Les harán un examen de temperamento a los perros”, señala el abogado. “No es la primera vez; ha sido reiterativo el ataque de estos animales a las personas, incluso a otros canes”, asegura.
Ante las acciones judiciales emprendidas por la familia de la víctima, los propietarios de los perros niegan que estos fueran violentos.
“Son cuentos de quienes buscan que el caso sea más grave. Ellos piensan que nosotros tenemos dinero y no saben de qué acogerse para atacarnos”, responde la propietaria de los cuatro canes, quien pide no ser identificada.
Pasadas las 05:00 del viernes 9 de febrero del 2018, Sandra Quishpe fue atacada por los cuatro perros cuando caminaba por un sendero, en el barrio San Luis de Chillogallo, en el sur de Quito. Se dirigía a su trabajo, en Iñaquito.
Los familiares de la víctima refieren que la mujer quedó irreconocible, con huesos de la cabeza y extremidades expuestos.
“Yo no lo hice a propósito, no saqué a los animales“, asegura la propietaria de los cuatro animales. “Es un caso fortuito. Mis perros no han mordido o atacado a varias personas. Es la primera vez y la señora, lamentablemente, murió”.
“Además, siempre estábamos pendientes de la hora que ingresaban cuando estaban afuera”, sostiene la dueña de las mascotas.
Los animales fueron retirados la noche del sábado 10 de febrero por personal del Municipio de Quito. La Agencia Metropolitana de Control informó que los perros se encuentran en sus caniles.
En la Ordenanza 0048 sobre tenencia, protección y control de la fauna urbana en Quito se establece que es una infracción grave no mantener los animales de compañía dentro del domicilio con las debidas seguridades o dejarlos transitar por espacios públicos o comunitarios sin la compañía de una persona responsable del animal.
A criterio de Walter Enríquez Vásquez, jurista, el caso además pudiese enmarcarse en la figura penal de homicidio culposo, el cual, según el Código Orgánico Integral Penal (COIP), castiga con cárcel de 3 a 5 años a “la persona que por culpa mate a otra”.
El COIP define la culpa: “Actúa con culpa la persona que infringe el deber objetivo de cuidado, que personalmente le corresponde, produciendo un resultado dañoso. Esta conducta es punible cuando se encuentra tipificada como infracción en este código”.
“Esto que ha sucedido es muy lamentable, estamos consternados, sufridos por ser vecinos”, dice la propietaria de los perros. “Del árbol caído se quiere hacer leña y ahora se asegura que mordieron a varias personas. No sé si es por interés económico, pero se exagera”.