Washington, AFP
La candidata a la Corte Suprema de Estados Unidos, Sonia Sotomayor, soportaba este martes un fiero interrogatorio en el Senado, que debate su confirmación, y ante el cual defendió su experiencia como mujer hispana, aunque afirmó que sus orígenes no impiden que sea imparcial.
Los legisladores de la comisión judicial del Senado la cuestionaron sobre temas desde el aborto y el porte de armas, hasta la propiedad privada, pero varios de ellos elevaron dudas sobre si la juez federal de familia puertorriqueña puede apartar sus posiciones personales a la hora de fallar.
“Mi historial muestra que en ningún momento he dejado que mis posiciones personales o simpatías influencien el resultado de un caso” , dijo Sotomayor, de 55 años, quien se espera sea ratificada como la primera magistrada hispana de la máxima corte estadounidense.
“Creo que las experiencias en la vida son importantes para el proceso de juzgar, te ayudan a entender y a escuchar, pero la ley requiere un resultado y te obliga a remitirte a los hechos que son relevantes para el caso”, dijo en el segundo día de audiencias, que se prolongarán por varios días más.
Uno de los ataques más fuertes provino del senador republicano de mayor rango en la comisión, Jeff Sessions, quien criticó un polémico discurso de 2001 en el que ésta señaló que una mujer de origen hispano puede alcanzar una mejor conclusión que un hombre anglosajón.
Asimismo, Sessions recordó un sonado caso en el que Sotomayor rechazó una demanda por discriminación racial que introdujeron 14 bomberos blancos, fallo revertido recientemente por la Corte Suprema.
“Creo que es consistente con sus comentarios que he citado y con sus previas declaraciones que usted cree que su historia personal afectará el resultado de los casos y eso me preocupa”, dijo Sessions.
La juez admitió que su controvertido discurso de hace ocho años “estuvo mal” porque podría indicar que las experiencias personales privan a la hora de fallar. “Eso claramente no es lo que yo hago como juez”, afirmó.
Sotomayor dijo que su intención era “inspirar a estudiantes y abogadas jóvenes hispanas”.
En cuanto a los divisivos temas del derecho al porte de armas y al aborto, sobre los que tiene la última palabra la Corte Suprema, Sotomayor dijo que el tribunal ya emitió fallos que los garantizan, y ella respeta esa jurisprudencia.
Por otro lado, la juez criticó la decisión del máximo tribunal que declaró legales los campos de detención de japoneses en 1944 durante la II Guerra Mundial, una postura que podría complacer a quienes denuncian excesos en la llamada guerra contra el terrorismo iniciada por el presidente George W. Bush.
Asimismo, dijo que los ataques del 11 de septiembre de 2001 no cambiaron sus puntos de vista sobre el respeto a las libertades individuales. “La Constitución es un documento eterno”, afirmó.
Los demócratas tienen, al menos en el papel, los 60 votos necesarios para confirmar a Sotomayor, candidata del presidente Barack Obama y poseedora de una historia que es parecida a la del mandatario: una niña pobre de una minoría que logró llegar hasta el pináculo del mundo judicial.
“A menos de que usted sufra un colapso total, usted será confirmada”, le adelantó el lunes el senador republicano, Lindsey Graham.
Los demócratas confían en que los ataques de los republicanos se suavicen ante la perspectiva de que puedan incidir en el electorado clave hispano.