Redacción Sociedad
Sus manos son su instrumento principal. En el aire, sin necesidad de una tabla para cortar los alimentos, y a veces sin ver, Marlene Torres se convierte en toda una máquina.
El intenso sol de las 12:00 (hora insular de San Cristóbal) no interrumpe su labor. Corta finamente tres cebollas, dos pimientos y cuatro tomates. No tarda más de 30 segundos en ello. Desde hace 35 años, ella practica lo que dice un letrero que cuelga en la pared de su local, ubicado a un costado del Malecón de la isla: “Cliente satisfecho, cliente de regreso”.
La ruta gastronómica
En San Cristóbal (7 000 habitantes) hay 20 restaurantes que ofrecen comida nacional e internacional, además seis cafeterías, seis bares y tres discotecas. En ellos encontrará desde hamburguesas por USD 4 y por 25, una parrillada de mariscos. Los fines de semana, los galapagueños salen a los comedores populares en la parroquia El Progreso, en el recinto La Soledad y Cerro Verde. Allí venden secos de gallina, aguados y caldo de salchicha.Pero Esteban Cobos, asiduo visitante del comedor, cree que no es lo único que atrapa a su clientela. Torres guarda un as bajo la manga: el cebiche de canchalagua. Solo tres restaurantes, de los 20 comedores que hay en la isla, lo tienen. El costo va desde USD 10 hasta 12. El plato viene con arroz y canguil. La canchalagua es un molusco de 5 cm.
Su concha, en forma de caparazón, es negra. Pero su pulpa es blanca, se la desprende con ayuda de un cuchillo. Se la captura en el Pacífico. La libra cruda cuesta USD 6, en temporada baja, y hasta 20, en alta.
Torres despacha 30 cebiches a diario. Este es el plato tradicional de San Cristóbal. Los turistas extranjeros lo consumen en un 60%. Pero los galapagueños no se quedan atrás: “Es afrodisiaco”, afirma Óscar Sánchez, chofer de taxi. Su textura es dura, parecida al pulpo, pero su sabor es similar a la concha.
Carlos Tejada lo probó el lunes 8. Llegó desde Guayaquil, y dice que “es delicioso”. La razón -explica David Mora, propietario del local-, está en los alimentos.
Utilizan tomates, pimiento y cebolla orgánicos,“ el limón y el tomate galapagueños no son ácidos, sino dulces”. Joan Sotomayor, de la Cámara de Turismo de San Cristóbal, dice que el 40% de hortalizas que llegan a los restaurantes se cosecha en granjas orgánicas. Cebolla, tomate, limón, aguacate, pimiento, plátano y papa son los principales productos que se siembran.
En cuatro años, el alcalde Pedro Zapata quiere abastecer a la isla con producto local. El pescado y el pollo también son base de las comidas. El chef Vicente Hernández, del restaurante Rosita, los mezcla. Su fuerte son las picadas.
Un plato en la isla no solo lleva un marisco. Por ejemplo, el pescado a lo macho, que se sirve en el restaurante La Playa, en el malecón, lleva siete mariscos, entre ellos el pescado guajú, apto para freírlo. En el Puerto, la libra de guajú crudo cuesta USD 1,80.
En San Cristóbal, los índices de obesidad son mínimos. Según Carlos Cobos, médico del subcentro de Salud, no superan un 15%. La gente camina y monta a bicicleta, pese a que hay taxis que cobran USD 1. A las 14:00, Torres se sienta. Cree que la jornada concluyó.
Pero un cliente le pregunta: “¿Tiene canchalagua?”. La mujer, de 34 años, se para y vuelve a picar las hortalizas. Vende 15 cebiches más hasta las 19:00.
El cebiche de canchalagua
Ingredientes
100 g de chanchalagua
3 tomates finamente picados y 2 enteros
3 pimientos verdes finamente picados
3 cebollas perlas picadas finamente
2 limones y culantro
Preparación
De la concha de la canchalagua, de color negro, se desprende finamente la pulpa blanca y se lava bien el producto. Se pica finamente. No se cocina a este molusco, se lo come crudo.
Aparte se cortan en trozos pequeños el tomate, la cebolla y el pimiento verde. Esto se coloca sobre un pocillo junto al molusco.
Luego se licúan los dos tomates enteros con agua y sal. Se vierte sobre el plato. Se remueven todos los ingredientes. Se agrega limón. Finalmente se decora la preparación con culantro.