Una de las cuatro vallas gigantes de la campaña impulsada por la concejala Carla Cevallos en contra del feminicidio en Quito. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
“Seis de cada 10 mujeres ha sufrido violencia. Eso no provoca interminables discusiones. Si pones puta sí”. Ese es uno de los comentarios que se lee en Twitter sobre la campaña contra el femicidio y la violencia de género.
La iniciativa de la concejala Carla Cevallos ha provocado múltiples reacciones. Todo empezó hace una semana, el miércoles 21, cuando colocó cruces rosadas en el parque La Carolina y en el Pichincha. Y días después se observaron cuatro vallas en la ciudad con la leyenda: “Si puta es ser libre y dueña de mi cuerpo, soy puta y que (sic)?”.
Este Diario hizo una encuesta sobre la campaña en contra del femicidio. Preguntó si esta les parece creativa u ofensiva. Hasta el momento gana el criterio de que es ofensiva, con 2 285 votos, el 61.5% del total. Y la opción de que es creativa tiene 1 428 votos, el 38.5%.
En Twitter a la concejala le dicen: “Dejemos los prejuicios, que una palabra no nos desvíe de la verdadera lucha”.
Otro tuitero, Daniel Romero, escribió: “algo debe ir mal en una sociedad que se alarma por unas vallas y se calla frente a muertes por abortos clandestinos”.
Un hombre opina, también a través de esta red social: “excelente campaña, usted merece todo el apoyo, si de luchar por la igualdad de género significa ser puta, pues #yotambiénsoyputa”.
La exconcejala Beatriz León también participó de la discusión en Twitter. Escribió que le parecía “increíble que frente a campaña para disminuir el femicidio en Quito, la discusión sea sobre la molestia de leer la palabra puta”. El debate sigue, aunque colectivos como el de la Marcha de las Putas creen que debe profundizarse.