Los campamentos de Reyes en Ecuador eran para recibir a civiles

Redacción Judicial

¿Qué le empujó a escribir el libro? ¿Cuál es su aporte?
 
Mi libro titulado ‘Raúl Reyes: Si la montaña hablara’, es la verdad oculta, aquellos secretos que hicieron parte de la vida del jefe guerrillero. La confianza que él depositó en mí originó mi exilio y estar separada forzosamente de mi familia a fin de salvaguardar mi vida. Este fue el factor que me incitó a plasmar mi realidad. El objetivo es dar a conocer la Colombia oculta, aquel país que se esconde en la selva y la montaña. 

HOJA DE VIDA
Olga Cecilia Vega
Nacida en  Bucaramanga, el 1 de marzo de 1964. La periodista colombiana vive en el exilio desde 2006.
Prestó sus servicios  como comunicadora a los Departamentos del Huila y Caquetá, así como a políticos y al servicio de Salud.
Ha publicado  reportajes en medios como  Nuevo Herald de Miami y la televisora RCN de Colombia.

¿Cuáles son los secretos que revela de su experiencia como mediadora?

 Al haber sido enlace secreto entre la CIA y las FARC en la liberación de secuestrados,   conocí secretos de las exitosas operaciones militares en Colombia, Fénix y Jaque, apoyadas estratégicamente por el Gobierno de los Estados Unidos. Conocer que la senadora colombiana Piedad Córdoba es pieza clave de los federales para que Washington ubicara los campamentos guerrilleros.

¿Fue utilizada por los servicios de Inteligencia de Colombia y la CIA?

El Gobierno de Estados Unidos me contactó   a través de mi hermano Baruch Vega, para trabajar como mediadora en una operación encubierta que permitiera la liberación de los tres agentes norteamericanos Keith Stansell, Marc D. Gonsalves y Thomas R. Howes. El proyecto, que contaba con el aval del mismo Raúl Reyes en nombre de las FARC, era una operación secreta y en un inicio avanzamos positivamente. Con el tiempo descubrí que cada acción que realizan en Colombia  el FBI y la CIA tenía total autorización del gobierno de Uribe. 

¿Qué pasó durante el proceso de mediación para la liberación de rehenes?
 
Mi fácil acceso a los campamentos de las FARC para realizar reportes periodísticos me involucró en una operación que yo suponía un acto humanitario para la liberación de rehenes en poder de la organización subversiva. Pero las operaciones de inteligencia del Gobierno norteamericano en Colombia me dejaron en medio de dos fuegos cruzados, tras su accionar y, luego, fui abandonada y perseguida por mi propio Estado. Los federales deseaban la liberación de sus nacionales, pero sobre todo llegar a la cabeza de los miembros del Secretariado de las FARC. Así fui  utilizada como escudo humano. Al percatarme de lo que estaba sucediendo, decidí denunciar públicamente las persecuciones que estaban realizando los organismos de inteligencia, sumadas a amenazas de muerte de los grupos de extrema derecha; luego abandoné el país.

¿Cómo y cuándo conoció a Raúl Reyes?

A Luis Édgar Devia, alias Raúl Reyes, lo conocí a finales de 1998, antes de iniciarse el proceso de paz en Colombia, en momentos que él mismo me mandó a contactar porque deseaba conocerme personalmente.

¿Qué intuición tenía de él?

No soy quién para juzgar y menos para censurar. Reyes como humano falló y tuvo mil errores en su proceder revolucionario; por ello, su trágica muerte, pero también cómo hombre tuvo aciertos y tenía una familia y gente que le apreciaba y le quería. Personalmente, recibí de su parte un trato respetuoso y amable, aunque también fui una víctima suya cuando ordenó mi secuestro y luego mi fusilamiento. 

¿Durante cuánto tiempo tuvo contacto con Reyes?

Desde que le conocí, fueron 10  años de comunicación. Durante el proceso de paz en Colombia teníamos encuentros personales, correos electrónicos, donde yo me identificaba con el seudónimo de Juliana e incluso llamadas telefónicas. Luego, durante mi proceso de mediación, nos reunimos varias veces, pero la comunicación virtual nunca cesó y cuando las condiciones de orden público no le permitían comunicarse con mayor facilidad, entonces Reyes utilizaba correos humanos y mensajes a través de terceros.

¿Estuvo Reyes metido de cabeza en el   canje humanitario, en un solo campamento en Ecuador, desde diciembre de 2007 hasta marzo de 2008, cuando falleció?

Como estrategia militar, Reyes utilizaba campamentos satélite en Ecuador para atender reuniones con civiles, argumentando que se sentía mas seguro y tranquilo porque el Ejército colombiano no podía sorprenderlo. Tenía su base fija en Colombia.
 
En Ecuador, las redes de contactos de Reyes fueron infiltradas por   Inteligencia de Ecuador, Colombia y EE.UU., con la CIA a la cabeza. ¿En Colombia fue igual?

Reyes, el estratega de las FARC, pasó a ser el objetivo principal de Washington por encima del ex líder Manuel Marulanda Vélez. Los agentes federales, quienes trabajaban de la mano con las autoridades colombianas, conocían que la mayor debilidad de  Reyes eran los medios de comunicación. A través de estos, mostraba su alto grado de egocentrismo, protagonismo y popularidad, hasta el punto de querer opacar la labor de sus mismos compañeros de lucha, actitud denotada en sus decisiones radicales. Con el pleno aval del gobierno de Uribe, Washington ordenó iniciar en Colombia una intensa vigilancia a cada movimiento de  los periodistas que entrevistábamos a Raúl Reyes y también a nuestros amigos y parientes con la intervención a la privacidad de cada uno. Esta acción de plena infracción y violación a los derechos democráticos, básicos y constitucionales del ser humano y del periodismo, se convertía en la pista primordial que permitiría dar con la ubicación del comandante guerrillero.  La CIA y  FBI mantienen bajo estricta vigilancia a decenas de personas en Colombia.

¿Le contó Raúl Reyes sobre sus conexiones con algunos funcionarios del Gobierno ecuatoriano?

Reyes consideraba que América Latina debía unirse en una  sola voz, en una sola lucha, presagiaba una avanzada militar de Estados Unidos sobre los países latinoamericanos con inclinaciones de izquierda y que no estaban de acuerdo con las políticas de Bush, como el caso de Venezuela.  En septiembre de 2005, cuando tuve que desplazarme a Ecuador  para encontrarme con una emisaria de Reyes, quien me condujo hasta su campamento en territorio colombiano para realizar un reporte sobre la posición ideológica de las FARC,  Reyes, con un completo convencimiento de que el Gobierno uribista no derrotaría el accionar de la guerrilla, comentó que estaba planificando y pactando  alianzas estratégicas con gobiernos vecinos que favorecerían extraordinariamente a la organización y en un futuro no lejano a las masas populares… “Las FARC está realizando acuerdos y alianzas estratégicas con otros gobiernos porque el de Uribe no da ninguna garantía a la lucha revolucionaria”.
 
¿Se sintió traicionado?
 
Reyes murió en territorio ecuatoriano porque allí creyó estar seguro. La confianza lo mató, así de simple. Lo traicionó alguien de mucha confianza de él y con quien estaba negociando el tema de los secuestrados. Esa persona sabía que él estaría en el campamento satélite aguardando para la reunión con los emisarios franceses. La confianza lo traicionó más que aquel que vendió su cabeza.

¿Es posible que sus últimos meses de vida Reyes haya viajado a Venezuela, desde el Putumayo?
 
No, en su última etapa de vida estuvo en su inmensa casa verde, como el  denominaba sus campamentos asentados al sur de Colombia, y pasaba frecuentemente a territorio ecuatoriano.

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