Políticos y académicos ven en el texto constitucional una camisa de fuerza para el Gobierno. El hecho de que la Constitución sea generosa en la garantía de derechos para los ciudadanos y hasta para la naturaleza, no necesariamente significa que su cumplimiento esté garantizado.
“No se requiere únicamente la presencia de una autoridad que los haga cumplir, también se requiere de determinadas condiciones estructurales”, advierte Simón Pachano, coordinador de Estudios Políticos de la Flacso.
También hay derechos de cumplimiento obligatorio e inmediato que no necesitan de la aprobación de una ley o que se desarrollen determinadas condiciones sociales. Ese es el caso de la gratuidad de la educación superior.
La Carta Política se transformará en una camisa de fuerza cuando las condiciones políticas o económicas del país varíen. Es el caso de la seguridad social, ¿qué va a pasar cuando el actual Gobierno deje el poder?, pregunta Lucio Paredes, ex asambleísta.
Es una Constitución pensada para un Gobierno que tiene un respaldo popular, pero esa realidad está cambiando, ya no tiene el control absoluto de la Asamblea Nacional. Esta Constitución no va a ser favorable para este ni otro gobierno que no tenga una mayoría”, afirma Pachano.
Sebastián Toral, integrante de la veeduría de la fundación Konrad Adenauer, resalta los avances en el ejercicio de derechos ciudadanos en la Constitución. No obstante, admite que su aplicación depende de la formulación de leyes secundarias.