Humana es una de las firmas que ofrecen planes individuales y corporativos. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
El proyecto de Ley de Medicina Prepagada, que espera el último visto bueno en el Pleno de la Asamblea, plantea una mayor cobertura y beneficios para las personas que contraten un seguro de salud privado.
El proyecto establece la no discriminación a los adultos mayores, ya que en el mercado nacional hay empresas de medicina prepagada que no suscriben contratos con personas de mayores de 65 años.
Y si una persona tiene un plan desde hace varios años y cumple 65 años, se le baja la cobertura en al menos un 50%.
Por ejemplo, si la póliza cubre hasta USD 10 000, la cobertura caerá a 5 000 cuando el cliente cumple 65 años. Con la aprobación de la Ley se eliminan estas prácticas y las compañías no podrán negarse a ofrecer planes completos.
Las preexistencias también estarán cubiertas bajo el nuevo marco normativo por un monto de hasta 20 salarios básicos unificados (USD 7 320), luego de que hayan transcurrido dos años de la firma del contrato. Las enfermedades preexistentes se refieren a una condición médica por una dolencia o accidente ocurrido previo a la suscripción del seguro o plan.
El tema es “manejable y justo”, según Eduardo Izurieta, titular de la Asociación Ecuatoriana de Empresas de Medicina Prepagada Integral (Aeemip).
Aunque no todas las enfermedades preexistentes se cubren, hay planes individuales en el mercado que sí lo hacen a partir del mes tercero, cuarto o más del contrato, según las políticas de cada empresa.
Mientras que en los planes corporativos hay cobertura del 100% luego de transcurrido un tiempo previsto en el contrato.
Leopoldo Báez, gerente de la aseguradora Bupa, indicó que para cubrir una enfermedad preexistente existen guías médicas que les permiten hacer evaluaciones a los usuarios.
Con esta información se determina la condición de la enfermedad preexistente. Con ello se comunica al usuario si la compañía cubrirá o no la preexistencia. Los montos de cobertura de este tipo de enfermedades en esta firma dependen del producto contratado.
Y los valores pueden ir desde los USD 1 000 hasta un millón de dólares, según el tipo de póliza.
Otro cambio que propone la normativa se refiere a las citas médicas de carácter preventivo, que hoy no están cubiertas por las aseguradoras. Con la ley se cubren estas atenciones.
Además, se establece un período de carencia para las mujeres en gestación de 60 días. Ese período es el que deben esperar para acceder a los beneficios del plan y podrá ser reducido si existe un acuerdo con la empresa aseguradora.
Si una mujer queda embarazada durante los dos meses del tiempo de carencia solo accederá a controles prenatales.
Para Pablo Albuja, gerente de la firma Humana, si bien hay cambios que favorecen al cliente, el problema es la sobrerregulación. “Son muchos ajustes que van a hacer que los planes de medicina prepagada y los seguros médicos tengan mayores costos”.
Pero la preocupación mayor para las empresas es el reembolso que deberán realizar al IESS o al Ministerio de Salud cuando sus clientes opten por utilizar los hospitales de esas entidades. Según el titular de la Aeemip, la medida también tendrá impacto en el usuario. Si un cliente tiene un plan que cubre hasta USD 5 000 y tuvo una emergencia médica atendida por el IESS por el mismo valor, la empresa de medicina prepagada deberá reembolsar esa cifra a la entidad.
Si el mismo cliente tiene una nueva emergencia médica durante ese año, ya no podrá usar su seguro privado por haber excedido el monto máximo de cobertura y tendrá que esperar a que se renueve su contrato, explicó el directivo.
Salud S.A. anunció que dejará el nicho corporativo, y otras analizan el incremento de precios.
En entrevista con Ecuavisa, el presidente del IESS, Richard Espinosa, señaló que esto sería “un abuso intolerable que no lo vamos a permitir”.