Las voces de los comerciantes, el sonido del trole y de los semáforos peatonales llenan la calle Chile, que recorre el Centro Histórico de este a oeste.
Las casas de color celeste, rosado o blancas, están llenas de balcones de hierro y cemento y a ninguna le falta, al menos, una maceta con geranios.
La Chile es una de las calles más antiguas de la urbe. Sobre ella se encuentran ubicadas tres iglesias, San Agustín, el Monasterio de la Concepción y La Merced. El olor a sahumerio llena los alrededores de estos templos, especialmente en la época navideña. Los escapularios y rosarios son ya un adorno más de las puertas de las iglesias.
San Agustín es uno de los santuarios más representativos de la ciudad, en su interior se firmó el acta de independencia el 16 de agosto de 1809 en la sala capitular. Esta es la única iglesia de la urbe donde se debe bajar gradas para ingresar, en lugar de subirlas.
Frente a este santuario, en la Chile y Guayaquil, se encuentra el edificio Guerrero Mora, que era considerado como uno de los más importantes de la ciudad. Subiendo por esta calle se encuentra el Palacio Arzobispal, la Presidencia y el Municipio.
Como la mayoría de las calles del Centro, la Chile es también una ruta comercial, las ventas informales continúan presentes en esta vía. Hasta 2001, los vendedores se ubicaban en las calles y veredas. Con puestos elaborados a base de cartones y plásticos, los informales vendían ropa, zapatos, juguetes y hasta artículos de cocina sobre esta calle.
Gloria Contreras, aún recuerda cómo llegaba a su casa ubicada en la calle Chile e Imbabura. Contreras vivía en un pasaje, la ventana de su dormitorio daba al sitio donde se vendía zapatos deportivos. Ella recuerda que aunque de lunes a jueves entrar a su casa era difícil, la situación empeoraba el fin de semana o algún feriado.
Durante la administración de Paco Moncayo, las ventas fueron reubicadas y ahora se encuentran dentro de los Centros Comerciales del Ahorro. Sobre la calle Chile existen dos de estos centros, pero los informales aún venden sus productos, a pesar de la presencia de la Policía Metropolitana.