Los habitantes de los barrios de Atacames guardan el agua en canecas. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Entre junio y septiembre del 2017 se duplicaron los casos de personas enfermas con diarrea en la ciudad de Esmeraldas.
Según el Distrito de Salud de Esmeraldas, el promedio de casos fue de 1 100 cada mes. En el 2016, la media fue de 400 reportes mensuales.
Desde finales de julio, la ciudad ha estado en emergencia por la escasez de agua potable, debido a daños recurrentes en la planta potabilizadora. Los habitantes recibieron el líquido a través de tanqueros.
Los esmeraldeños creen que las diarreas fueron causadas por el agua que llegó en los tanqueros.
Para el médico pediatra y exdirector de Salud de Esmeradas, Ramón Echeverría, muchos de los problemas diarreicos pudieran estar ligados con el consumo de agua sin el debido tratamiento en las casas (no la hirvieron). En su consultorio, por cada 100 consultas que atendió en una semana 40 eran por diarreas. En los estudios se encontró que fueron provocadas por alimentos y consumo de agua en mal estado.
De los 1 100 casos en el Distrito, los más afectados fueron los niños de hasta 9 años, que representan el 67% de los casos atendidos en las 16 unidades de salud del cantón; el resto corresponde a personas adultas.
Gabriela Rodríguez, madre de una niña de 5 años, contó que entre julio y septiembre llevó en dos ocasiones a su hija al dispensario de Salud Tipo C Las Palmas, por diarrea.
Ella no sabe qué ocasionó la infección que la mantuvo en reposo por tres días. Otra madre, Lorena Escobar, tampoco sabe por qué a su hija de 3 años le dio diarrea.
La epidemióloga del Distrito de Salud de Esmeraldas, Laura Briones, explica que el aumento de los casos de diarrea entre junio y septiembre no está relacionado con el consumo de agua en mal estado, sino que obedece a otros factores, aunque no explicó cuáles, ya que aún se investigan.
Aunque en los últimos días se ha regularizado el servicio por tubería, seis tanqueros de la empresa EAPA y de la Armada entregan agua en los barrios. En cambio, 20 tanqueros particulares toman el líquido en un hidrante de la empresa situado en la ciudadela 15 de Marzo, sur de la ciudad, para venderla en los sectores que solicitan el servicio.
Juan Carlos Córdova, gerente liquidador de EAPA-San Mateo, estima que entre 8 000 y 10 000 habitantes se abastecen por medio de tanqueros.
Luciana Tafur, del barrio Las Orquídeas, recibe dos tanqueros por semana y almacena el líquido en 12 canecas que tiene frente a su casa. Para evitar problemas de salud, clora el agua o la hierve, porque tiene tres niños en su hogar.
Antes de esta emergencia, la Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa) analizó en junio el estado del agua en la planta de potabilización y en 10 barrios escogidos al azar, explicaron sus representantes.
El estudio determinó que el líquido cumplía las normas sanitarias. No se ha vuelto a hacer otro análisis porque esa tarea se realiza una vez al año.
Atacames y Rioverde se abastecen con tanqueros
A través de un hidrante que se encuentra en la parte posterior del Municipio de Atacames, dos tanqueros se abastecen para atender un promedio diario de 12 barrios y 12 entidades educativas del sector urbano de Tonchigüe, Atacames y Tonsupa.
Emilia Cheme, del barrio 2 de Abril de Atacames, dijo que en septiembre recibieron agua del río en dos ocasiones, pero aclaró que fue un pedido de los moradores ante la falta del sistema potable. “La usamos para lavar la ropa y los sanitarios”.
En Tonsupa, Same, Súa y Tonchigüe se atiende durante la semana hasta 400 familias con cuatro tanqueros, según Rolando Lajones, encargado de la distribución.
Aunque el sector hotelero de Atacames cuenta con grandes cisternas, no siempre se llenan con el agua de la tubería, sino de los tanqueros que cargan en los hidrantes de la EAPA.
Esto puede constituir un riesgo, porque puede contaminarse, señala el epidemiólogo Dick Altafuya.
En Rioverde, 3 000 personas beben agua de tanqueros. Sin embargo, los habitantes de sitios como El Llano, El Alto, Sandoval, El Olivo y San Vicente se sirven del río Verde, para lavar y, en algunos casos, para beberla, según ellos.
En contexto
Esmeraldas presenta problemas de abastecimiento de agua, debido a que el sistema ya cumplió su vida útil. Actualmente, se instalan nuevas redes para ampliar el servicio a 350 000 habitantes de los cantones Esmeraldas, Atacames y Rioverde.