Cada 2 de noviembre en el cementerio de San José de Calderón se recuerda y festeja a los difuntos. Desde las 06:00 de este miércoles ya se encontraban personas arreglando las tumbas.
A las 09:00 la cantidad de personas que llegaba al cementerio aumentó. Traían coronas, flores y comida. Se dirigían a las tumbas de sus familiares y amigos. Allí limpiaban las lápidas, rezaban, algunas familias, comían y conversaban.
En el lugar también se encontraba personal de la Policía Nacional para dirigir el tránsito y resguardar la seguridad de las personas que llegaban al campo santo. Además, miembros del Cuerpo de Bomberos de Quito realizaban controles de los sistemas eléctricos de las carpas instaladas en los alrededores del lugar. ” En el cementerio de Calderón y en el cementerio de Marianas estamos verificando los sistemas eléctricos que existen por la presencia de carpas de alimentos y por la celebración de misas. Debemos evitar que hayan sistemas eléctricos improvisados”, explicó el subteniente Cristian Benalcazar, jefe de la estación número 9 de Carcelén.
Al costado derecho del altar dónde se oficiarán las misas en honor de los muertos, existía un lugar para escribir el nombre de las personas por las que se pedirá en la celebración religiosa. Los servicios religiosos serán a las 10:00 y 12:00 del día.
Afuera del cementerio están ubicada varias carpas. Allí se vende fritada, colada morada, arreglos florales y hasta artesanías.