Caicedo, un ex policía que llegó a juez
Redacción Esmeraldas
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A los seis meses de asumir el cargo de juez sexto de Garantías Penales de San Lorenzo y Eloy Alfaro, Segundo Caicedo se convirtió en uno de los magistrados más conocidos de Ecuador.
6 meses
lleva como Juez Sexto de Garantías Penales de San Lorenzo, en Esmeraldas.
La súbita fama le llegó de la mano del proceso judicial conocido como Huracán de la Frontera o de la red de los hermanos Ostaiza.
El 8 de agosto llegó a su despacho el abultado expediente (de más de 10 000 fojas), en el que se investiga a Ignacio Chauvín, a los hermanos Jefferson, Édison y Miguel Ostaiza Amay y a otras 23 personas, por el supuesto delito de tráfico de estupefacientes.
Luego de 11 meses de estudios y recursos en la Corte de Justicia de Guayas, finalmente se decidió que Segundo Caicedo era el juez natural de la causa. ¿La razón? La captura de 4,7 toneladas de clorhidrato de cocaína, que inició este proceso judicial, se realizó en una hacienda del recinto Campanita, perteneciente al cantón San Lorenzo, en Esmeraldas.
Desde entonces, los ojos de la opinión pública se concentraron en Caicedo. Este nativo de San Lorenzo, alto y robusto, atraviesa una prueba de fuego, según Omar Mina, defensor del Pueblo de Esmeraldas, quien vigila que se cumplan los derechos de los detenidos en el proceso.
El primer reto de Caicedo fue la audiencia preliminar del martes pasado. Empezó a las 10:30 y terminó a las 22:57, en una sala de 30 m² del Juzgado Sexto. Caicedo, de 40 años, demostró que es un hombre de decisiones firmes.
Ordenó que los alegatos de los abogados defensores de los 26 implicados en el caso Huracán de la Frontera y la réplica del fiscal Carlos Solórzano se realicen en seguidilla, en una jornada sin precedentes en San Lorenzo. Así lo demanda también la proximidad de la fecha de caducidad de la prisión preventiva de los implicados, quienes podrán salir en libertad el 15 de septiembre próximo.
En San Lorenzo, en donde no hay ni una universidad, el juez Caicedo es conocido y respetado por su trayectoria. Los ancianos recuerdan que era un niño dinámico y vivaz cuando corría por las calles del barrio Las Marías, en donde vivió. Su primo Franklin Caicedo, que hoy es su guardaespaldas, recuerda que de pequeño al judicial le encantaba jugar al fútbol y como arquero.
Esa pasión ahora se reduce a seguir de cerca las novedades del club Emelec, su equipo favorito.
Dos cosas marcaron su vida. La primera fue la muerte de su padre, Francisco, cuando tenía 15 años. Su progenitor era dirigente campesino y fue asesinado en un mercado por presuntas represalias.
La segunda fue un accidente de tránsito que dejó graves secuelas en la salud de su tío Víctor Caicedo, cuando este era diputado por el PRE en la provincia, entre 1988 y 1992.
Para el futuro juez, su tío era un referente. Admiraba su personalidad y, sobre todo, su título
de Doctor en Jurisprudencia.
Segundo Caicedo es el segundo de 11 hijos. Las dificultades luego de la muerte de su padre lo obligaron a asumir su rol en la casa.
Por eso, siempre pensaba en conseguir un trabajo y ayudar a su madre en la manutención de sus hermanos.
Una de sus primeras opciones fue ingresar a la Policía. Un compañero de promoción, que prefirió que su nombre se mantenga en reserva, recuerda que llegó hasta el grado de cabo segundo, en cuatro años de servicio.
“Don ‘Caice’ -como le decían sus compañeros- siempre hablaba de su interés por convertirse en abogado, como su tío Víctor”.
Pero, por un incidente, en que se disparó su pistola, fue juzgado y separado de la Policía. Ese fue el pretexto para que él cumpla su
sueño. Viajó a Guayaquil y se inscribió en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Estatal.
Fueron años difíciles, por las limitaciones económicas. Pero pudo más el sueño de ser abogado.
Su tío Pedro Caicedo, ex diputado alterno del FADI y actual candidato a rector de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres, de Esmeraldas, le dio una recomendación laboral. Acudió a Jaime Hurtado, René Maugé y Gustavo Iturralde, políticos y catedráticos.
En 1994, regresó a Esmeraldas con el título de abogado penalista.
Aunque no está afiliado a ningún partido político, fue Intendente de Policía durante el gobierno de Alfredo Palacio. Más que por interés político lo hizo por su amistad con el ex gobernador Boris Benítez.
Caicedo, casado y padre de tres hijos, se convirtió en Juez de San Lorenzo al ganar un concurso de merecimientos. Al frente del Juzgado Sexto ha actuado en juicios de fuertes operativos antidrogas, entre ellos suma 12 toneladas. Aunque ninguno ha tenido tantas repercusiones como el Huracán.