Mujeres participan en una manifestación contra la violencia policial en Minsk, Bielorrusia, 12 de agosto de 2020. Foto: Reuters
Cadenas humanas y marchas pacíficas se multiplicaron este jueves 13 de agosto del 2020 en Bielorrusia para denunciar la violenta represión de las protestas contra la controvertida reelección del presidente Alexandre Lukashenko.
Las autoridades bielorrusas anunciaron el jueves por la noche que habían liberado a más de 1 000 manifestantes, al mismo tiempo que en la capital Minsk se reducía la presencia policial en comparación con las cuatro noches anteriores, marcadas por las protestas, comprobaron periodistas de la AFP .
La presidenta del Senado, Natalia Kotshanova, aseguró en la televisión pública que habían liberado a estos manifestantes con la condición de que no participaran en futuras protestas no autorizadas.
El ministro del Interior, Iuri Karaev, también presentó sus disculpas en unas declaraciones televisivas por los casos de “ paseantes ” y personas heridas “ por azar ” por las fuerzas de seguridad, aunque no participaban en las protestas.
Dos manifestantes murieron y más de 6 700 personas fueron detenidas desde el domingo, según datos oficiales, en una ola de protestas duramente reprimida.
Para denunciar esta violencia policial, miles de personas, con flores o globos blancos en sus manos, formaron cadenas humanas en varios sectores de la capital, apoyadas por conductores que hacían sonar las bocinas de sus automóviles.
Esta forma de movilización, iniciada el miércoles por decenas de mujeres vestidas de blanco, no ha desencadenado una represión violenta como la dirigida contra las manifestaciones nocturnas.
“Ayer vi mujeres vestidas de blanco. Y comprendí, quiero hacer esto. Estamos contra la violencia, estamos a favor de elecciones honestas”, explicó Nastia, un artista de 26 años, quien participó en una concentración en el centro de Minsk.
Elena, una profesora de 41 años, dijo participar para que “cesen las torturas en prisión, para que todos los detenidos sean liberados”.