Décima primera edición del Salón del Chocolate Ecuador, que se celebra en el Quorum del Paseo San Francisco. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
Patricia Nenquihui es la presidenta de la Asociación de Mujeres Waorani de la Amazonía Ecuatoriana (Amwae). Hoy, 8 de junio del 2019, dejó su trabajo en la chacra que tiene la asociación en la comunidad de Nemonpare (Pastaza) para atender a los comensales que visitan la décima primera edición del Salón del Chocolate Ecuador, que se celebra en el Quorum del Paseo San Francisco.
Desde hace más de una década, el Salón del Chocolate se ha convertido en una de las vitrinas más importantes para que empresas y emprendimientos nacionales den a conocer el trabajo que hacen con el cacao ecuatoriano y los beneficios económicos y sociales que se puede obtener de su comercialización.
Entre las 30 marcas que forman parte de los expositores de esta edición está Wao, un chocolate que tiene 70% de cacao del Yasuní. A través de este producto la Amwae busca generar réditos económicos para las mujeres waorani y sus familias, pero también quiere concienciar sobre la importancia del cuidado de la biodiversidad de la Amazonía ecuatoriana.
El Salón del Chocolate cerrará este domingo 9 de junio, con una programación que incluye la conferencia, a las 11:00, ‘Historia ancestral del chocolate y el cacao’. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
Wao nació a partir de la decisión de las mujeres de comunidades wao de las provincias de Pastaza, Napo y Orellana de disminuir la caza ilegal y proteger los bosques del Yasuní. “Las mujeres nos dimos cuenta -dice Nenquihui- que si no hacíamos algo para parar la caza de animales nuestros hijos y nietos no los iban a conocer”.
Este producto, que beneficia de manera directa a 400 familias a través de una cadena de comercio justo, tiene claro su mercado: El 70% está destinado a la exportación y el 30% para el consumo local.
Otra de las asociaciones que apostó por el cacao de la para generar recursos económicos y sociales es Kallari, que agrupa a 850 productores, de ellos el 95% son indígenas del Tena (Napo).
Bladimir Dahua, gerente de la asociación, cuenta que el cacao proviene de la zona de amortiguamiento que está entre las reservas Llanganates y Sumaco. Con este producto han logrado producir quince recetas de chocolates con sabores que van desde el jengibre y la banana pasando por la hierba luisa y la piña hasta la hierba buena y la naranja.
“Nosotros -explica- trabajamos a través de un sistema de producción en la chacra, un sistema ancestral ambientalmente sostenible. También trabajamos con derivados del cacao como el polvo, la manteca y la cobertura”.
Este producto tiene claro su mercado: El 70% está destinado a la exportación y el 30% para el consumo local. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
María Fernanda Andrade es una de las expositoras de esta edición y ha trabajado con cacao de la Amazonía desde hace varios años. Para ella el cacao de la Amazonía se caracteriza esencialmente por su suavidad, “es un producto muy frutal que tiene notas muy terrosas y de frutos rojos cosa que no pasa con el cacao de Esmeraldas que tiene notas a nueces o maní, o el de Los Ríos que tiene notas más cítricas”.
El Salón del Chocolate cerrará este domingo 9 de junio, con una programación que incluye la conferencia, a las 11:00, ‘Historia ancestral del chocolate y el cacao’; un taller de iniciación al cacao dirigido a niños, a las 11:30; y la conferencia sobre comercio justo, a las 12:30. La atención al público es de 10:00 a 18:00. La entrada general cuesta USD 2 y USD 1 para niños.