Redacción Quito
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Los globos del oso Winni pooh y sus amigos Tigger y Puerquito quedaron colgados en Globín globán. Aracely Cedeño no entendía el mensaje que salía de los altoparlantes. Pero sus vecinos empezaron a cerrar los negocios y a correr por el pasillo hasta la salida 7, hacia el parqueo posterior del Centro Comercial El Recreo.
Para Aracely era la primera vez que ocurría eso. El empleado de Liliana Saraguro apagó la central de energía, cerró las puertas del local Tatto & Piercinng y salió hacia una zona de seguridad.
En los locales
El Recreo tiene 13 puertas de acceso a las instalaciones y cuatro zonas de seguridad. Trabajan 1 500 personas en los locales.
En temporada alta el promedio de visitas es de 50 000, en baja 30 000. Entre el 1 y 15 de marzo hay descuentos desde 50%.
El plan de seguridad incluye la conformación de brigadas de primeros auxilios, evacuación, primera respuesta y seguridad.
Todos los locales tienen las cartillas de seguridad.
Lo mismo hizo Magaly Chaguay de Game Center. Había pasado media hora desde que abrió el local y lo volvió a cerrar, como dicen las normas de seguridad.
Solo cuando se ubicó con otras personas en la zona de seguridad, Aracely supo lo que pasaba. Los empleados y dueños de los 400 locales comerciales conocían el plan de evacuación del centro comercial en caso de desastres o de una emergencia.
La joven de origen manabita, que trabaja en la isla vendiendo globos para cumpleaños, no había estado antes en un simulacro. Tampoco hubiera tenido tiempo de guardar los globos y poner la carpa como todas las noches.
Diana Paredes sí pudo guardar los conos, los vasos y servilletas en su puesto Almíbar y Espumilla. Pero estaba nerviosa. “Me asusté, nadie nos avisó del simulacro”.
En 5 minutos 23 segundos el público y los vendedores evacuaron el centro comercial, de la avenida Maldonado en el sur de Quito. En 8 minutos 25 segundos se quedó completamente vacío.
Paulina Fuentes, directora de Publicidad y Promoción de El Recreo, dio esa información una hora después del simulacro, que empezó a las 10:20. La recomendación de los Bomberos es reducir los tiempos de evacuación.
En las áreas de parqueos se establecieron cuatro zonas de seguridad, donde se ubicaron los clientes y empleados de los locales.
Víctor Valdiviezo, uno de los guardias del parqueo, tenía la disposición de no permitir la salida de ningún vehículo.
Un conductor en situación de emergencia puede atropellar a las personas que están en zonas de seguridad. Pero ayer le tocó lidiar con varias personas que estaban desesperadas por sacar sus carros, sin entender que se trataba de un ensayo para casos de emergencia. Algunos de ellos se molestaron porque “les hicieron perder su tiempo” con algo que no era real.
El plan de seguridad del centro comercial se pone a prueba con simulacros como estos. A propósito de los desastres que ocurren en otros países es oportuno que la ciudadanía se prepare, según Fuentes. “La gente pierde el sentido de la urgencia, piensa que no va a pasar nunca un desastre y esta es una forma de recordar que puede ocurrir, y hay que estar preparados para todo”.
La central del 911 dio la alerta a la estación de bomberos de El Camal, que movilizó una ambulancia con personal prehospitalario y una autobomba. La Policía ayudó en la evacuación de clientes.
Norma Fierro llegó a El Recreo cuando las puertas estaban cerradas. Se le ocurrió que era un asalto. Pero minutos después conoció que era un simulacro y pudo comprar el volante de Play Station 2 para su hijo. Game Center reabrió, así como sus vecinos locales.