El bus intercantonal, sin seguridad

Redacciones Cuenca, Loja, Sierra Centro y Tulcán 
 
El trágico accidente del pasado 1 de junio confirmó un problema latente en el Azuay. El volcamiento de un bus en San Juan (Gualaceo) dejó tres fallecidos y 36 heridos. La causa fue, según la Unidad de Investigación de Accidentes de Tránsito (UIAT), las fallas en el sistema mecánico.

A eso se sumó el exceso de pasajeros (48) en el vetusto bus con capacidad para 30, del año 1981, que no tenía placas ni registro de pertenecer a una cooperativa. Sin embargo, tenía como actividad diaria el transporte de agricultores desde San Juan hacia las plantaciones de esa zona azuaya.

En otra provincia
En Loja, una de las compañías que presta servicio intercantonal es Vinuyacu. Esta, pese a que no tiene permiso de funcionamiento ofrece servicio a diferentes rutas. Sus unidades son visiblemente vetustas. 
Según Marco Armijos, director de la Comisión Provincial de Transporte Terrestre, el permiso de operación de Vinuyacu es provisional.
Hasta hace cuatro años, el Municipio tuvo las competencias de administrar y regular el tránsito dentro del cantón. Pero, el alcalde de ese entonces, Jorge Bailón, devolvió las competencias a la comisión de transporte. 

Su deterioro simplifica el peligro que implica movilizarse en buses que no brindan las mínimas medidas de seguridad. A más de la falta de control para exigir correctivos o sacarlos de circulación.

Pero este no es el único caso. En un recorrido por las terminales de Paute, Gualaceo, Chordeleg y Sígsig se constata la vetustez física de los buses, sobre todo interparroquiales. Incluso, se observa a choferes improvisar alguna reparación minutos antes del turno correspondiente.

No hay información del estado físico y mecánico de las unidades más antiguas en la Comisión Provincial de Tránsito Terrestre y Seguridad Vial de Azuay.
Tampoco de cuántos salieron de circulación en el último año.

La Ley fija 30 años de servicio para los urbanos, interparroquiales y taxis. Y 10 años  para los  buses intercantonales.

Sonia Cevallos, de la Comisión de Tránsito, señala que cada cinco años, cuando una empresa renueva el permiso de operación, salen de circulación las unidades que han cumplido su ciclo.

Lo grave es que son reemplazadas por otras de unos años menos que salieron de circulación del servicio intercantonal e interprovincial. Según Óscar Chalco, gerente de la compañía San Juan (Gualaceo), hasta 2008 tenía carros del 87 y 89.

Mayra Benenaula cuenta malas experiencias en sus viajes a San Juan. Ha viajado en buses con huecos en el techo y cuando llueve los pasajeros se mojan. Los asientos se caen con facilidad, no tienen ventanales y el sistema mecánico suena mal.  

En esa zona, los operativos al transporte público empezaron hace dos semanas. Las fallas más recurrentes se centran en el sistema eléctrico y en la falta de seguridades para pasajeros.

Según Omar León, jefe de Tránsito de Gualaceo, el CNT debería levantar un estudio técnico de la realidad de cada cantón para redistribuir el servicio de transporte hacia las zonas con problemas.

Por otro lado, en Ambato, dos de los 32 buses de la Cooperativa de Transporte Interparroquial Atahualpa, que prestan el servicio hacia Santa Rosa, saldrán de circulación este año.

Según los técnicos de la Unidad de Tránsito Municipal,  los dos buses fabricados entre 1986 y 1988, cumplieron 20 años de servicio y deben ingresar al sistema de chatarrización.

Trabajo Sánchez, director de la Unidad, dijo que la idea de la medida es que los propietarios de las unidades de transporte modernicen sus vehículos para evitar posibles accidentes de tránsito. Según él, en 2003, el ex CNT estableció que un vehículo de servicio de transporte público podía trabajar 30 años desde su fabricación.

Pero este reglamento fue modificado con el Decreto Ejecutivo 145 de 2008, expedido por el Presidente de la República. En este pone en marcha el plan de renovación del parque automotor y chatarrización.   

Por ello, la Unidad de Transporte Municipal expidió una resolución administrativa para que, en Ambato, salgan de circulación los buses que cumplieron 20 años.

Mientras que en Tulcán, la revisión mecánica de los vehículos que prestan el servicio intercantonal se realiza en la subjefatura de Tránsito, de San Gabriel, en el cantón Montúfar.

Las unidades de Espejo, Mira y Bolívar se someten a la revisión dos veces al año. Al igual que otras unidades que prestan el servicio en la provincia.

Sin embargo, las quejas de los usuarios de los diferentes sectores de la zona es el mal estado de los buses y el exceso de pasajeros. “No les importa los riesgos y estamos obligados a viajar así por la falta de buses”, dijo Mauricio López, habitante del cantón Espejo.

Entre tanto, en proceso de renovación de unidades está la cooperativa Trans Norte que cubre las parroquias Tufiño, Maldonado, El Carmelo y El Chical, en Tulcán. Dos de sus unidades se cambiarán ya que en este año un bus sufrió un percance y se investiga si la causa fue mecánica.  

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