Uno de los accesos a la estación de La Alameda será por el bulevar en la acera oriental de la av. Gran Colombia. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
En la acera oriental de la avenida Gran Colombia, entre las calles Miguel Espinoza y Sodiro (centro-norte de Quito), hay un espacio más amplio y seguro para caminar por ese sector de La Alameda.
Mario Moreno Palacios tiene una papelería ubicada en el bulevar de la Gran Colombia. Para él, esa obra que se hizo como parte de la construcción de la estación de La Alameda del Metro de Quito cambió la imagen de ese sector de la ciudad.
“Con la ampliación de la vereda se redujo la circulación de vehículos, el esmog no ingresa de manera directa a los locales y la gente camina con más seguridad”, contó Palacios.
Desde mayo del 2017, el paso vehicular fue restringido, entre la Sodiro y Miguel Espinoza para realizar los trabajos de la parada. A finales de diciembre pasado, los puntos de obra y campamento se trasladaron al interior del parque de La Alameda. Eso permitió que se habilite nuevamente el tráfico vehicular y que los transeúntes ocuparan de nuevo el bulevar.
Son cinco cuadras de acera, con un ancho de casi ocho metros para la circulación de peatones. En ese tramo, la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) sembró nueve árboles de la especie jacarandá y siete cedros para aportar con el ornato de la zona.
En esas cinco cuadras hay de todo: papelerías, clínicas dentales, oficinas de abogados, panaderías y restaurantes. También es uno de los pasos hacia los hoteles y hostales que caracterizan al barrio de La Tola.
Jacobo Herdoíza, secretario de Territorio, Hábitat y Vivienda del Municipio, explicó que el bulevar es parte de las adecuaciones urbanísticas que contempla el contrato para la construcción del Metro de Quito. “El objetivo es contar con más facilidades de acceso para el peatón a las estaciones. Estas mejoras urbanísticas, en específico en ese sector, permitirán poner en valor, por ejemplo, teatro como el Capitol y otros edificios importantes”.
Otra finalidad, según Herdoíza, es favorecer el uso de varias alternativas para transportarse en la ciudad, en este caso entre el peatón, la bicicleta y el transporte público.
Un tercer componente de esa intervención es que el sector de La Alameda se convierta en una puerta al Centro Histórico. “La Estación y el bulevar facilitarán la entrada peatonal hacia el Centro de la ciudad”, comentó Herdoíza.
Las proyecciones de la Secretaría de Territorio explican que el radio de influencia de una estación del Metro es entre los 400 y 800 metros. Herdoíza dijo que en el caso específico de La Alameda, los sectores beneficiados serán El Dorado, Santa Prisca y La Tola. Allí se potenciará el desarrollo urbano y el comercio.
Para Ana Pérez, presidenta de la Asociación de Hoteles y Hostales del Centro Histórico, el nuevo bulevar es un aporte para el Turismo. “Mejoró la imagen del sector y una vez que entre en funcionamiento el Metro habrá más gente y turistas que pasen por el sector de La Alameda”, comentó.
Sin embargo, Pérez dijo que un problema que aún no se soluciona es la inseguridad. “Desde unos dos meses atrás hemos visto que hay más robos. Estamos en reuniones con las Unidades de Policía Comunitaria para buscar una solución al tema”, dijo.
Con esto coincide Piedad Villa, moradora de La Alameda desde hace 23 años. Ella dijo que, a partir de las 17:30, el flujo de gente que transita por la Gran Colombia se reduce drásticamente. “En la tarde y noche, ya se puede ver esto botado. Es importante que se reactive este sector”, dijo.
Para moradores y comerciantes, los meses de cierre total de la Gran Colombia afectaron en los negocios. “Hay comercios e instituciones que se fueron. Ahora pedimos que haya acciones para reactivar este sector”, comentó Villa.
La Empresa Pública Metro de Quito, en una respuesta enviada vía correo electrónico, indicó que se realizó una socialización para que tanto moradores como comerciantes conozcan el impacto positivo que tiene la ampliación de las zonas de circulación peatonal y también la entrada en operación del Metro.
“La mejora a la infraestructura existente permitió ampliar las zonas de circulación peatonal, lo que tendrá un impacto positivo en términos de seguridad y mejorará las condiciones de habitabilidad del sector”, indicó Metro de Quito.
El Metro entrará en funcionamiento en diciembre del 2019. Actualmente tiene 65% de avance y un presupuesto de USD 2 009 millones.