En mi editorial ‘Salimos perdiendo’, del 20 de marzo del 2008, sostuve que fue inaceptable la incursión de las Fuerzas Armadas colombianas en nuestro territorio patrio y que es indudable que ellas violaron nuestra soberanía nacional.
Sostuve, además, que es evidente que las FARC han violado varias veces nuestro territorio y que han encontrado refugio en el país, lo cual también es inaceptable; y que internacionalmente, el Ecuador ha quedado como guarida de las FARC, por lo que era necesario que el presidente Correa manifestare claramente al mundo que las FARC no han sido ni serán bienvenidas al Ecuador.
Es innegable que desde esa incursión militar, la relación comercial que mantenemos con Colombia se ha deteriorado, y que incluso no mantenemos relación diplomática con ese país hermano, por lo que hay que aprovechar las circunstancias de que el presidente Uribe ha vuelto a pedir perdón por el ataque de Angostura y que el presidente Correa ha aceptado sentarse a dialogar con él, para que se restablezca esa relación de tradicional amistad.
Buen paso han dado ambos mandatarios para que la reunión de Unasur que va a llevarse a cabo en Bariloche a fines de este mes tenga el éxito deseado por todos nosotros. El diálogo por iniciarse entre ellos fortalecerá también a la Comunidad Andina de Naciones, la cual está a punto de desaparecer, dados los conflictos entre sus miembros.
Ecuador y Colombia (así como los demás países de la región), deben apoyarse mutuamente para luchar contra el narcotráfico y el terrorismo.
El acuerdo que Colombia va a celebrar con Estados Unidos para el uso de bases militares colombianas, para combatir el narcotráfico y el terrorismo, no debe interferir en el restablecimiento de nuestras relaciones con nuestro vecino del norte. Si soplan vientos de guerra, es porque el comandante Chávez está soplándolos. Procuremos que lo haga para otro lado.
En otro orden de cosas, espero que nuestro Presidente se olvide de formar los comités de defensa barriales a los que aludió en una de sus últimas intervenciones, los cuales, como bien han anotado varios editorialistas, son inventos del fascismo de los años 30, que en Alemania, Italia, España y Cuba, sirvieron para agredir a los opositores del Régimen. Temo que estos servirán para defender el proyecto político de Alianza País, pero no para fortalecer la democracia, como se ha advertido. Anhelo que se desista también de la idea de igualar los salarios mínimos vitales al precio de la canasta básica, pues ello incrementará la tasa de desempleo en porcentajes jamás vistos en el Ecuador, pues pocas empresas en el país podrán cumplir con ello.
Es hora de mantener buenas relaciones con nuestros vecinos, pero sobre todo, con todos los sectores sociales y económicos del país. Prudencia es lo recomendable.