Freddy Ehlers encabeza la Secretaría del Buen Vivir. Foto: Archivo / EL COMERCIO.
La mayoría de analistas coinciden en que, con matices, Ecuador registra índices de progreso altos que –a pesar de los problemas en temas como la censura a la prensa– impactan positivamente en sus habitantes.
Parte de eso se ha logrado con el trabajo de la Secretaría del Buen Vivir, en cabeza de Freddy Ehlers, quien visitó Colombia y habló con diario El Tiempo.
¿Por qué se crea la Secretaría del Buen Vivir en Ecuador?
Es una secretaría muy pequeña, somos menos de 40 personas, pero contamos con todo el apoyo y el aporte ciudadano. Dentro de sus misiones está trabajar por el buen vivir en la administración pública para poder predicar con el ejemplo.
Es una secretaría transversal, que trabaja con todos los ministerios y secretarías de Estado para que haya una práctica del buen vivir.
¿Eso qué significa?
Que vayamos avanzando en el ministerio virtual, que no se use tanto papel, que el ambiente de trabajo sea acogedor y lúdico para que la gente sea feliz mientras trabaja en la administración pública; que el servidor público no sea burócrata, sino en verdad un servidor público.
¿Es avanzar hacia una administración más humana?
Así es. Más humana y más eficiente. Si una persona es feliz en su lugar de trabajo, es más eficiente.
¿Por qué vino a Colombia?
Nos interesan mucho Colombia y Perú por ser nuestros vecinos, para ver si conjuntamente podemos establecer estas prácticas. He venido para aprender de Colombia ejemplos del buen vivir y existen unos muy claros. Uno son las ciclovías, que Ecuador está imitando. Otro que me pareció notable es un programa de la Presidencia que se llama la Legión del Afecto, que trabaja con las personas que están en las drogas y en la delincuencia. Me parece maravilloso y nos gustaría implementarlo en Ecuador.
¿Qué tanto se ha avanzado en Ecuador con su secretaría?
El gran tema es la métrica para medir la felicidad. Un sinónimo del buen vivir es la búsqueda de la felicidad. Ahora el mundo comienza a retomar la idea de que la razón de la existencia de un gobierno no es la acumulación de dinero, sino la felicidad de la ciudadanía.
¿En esta zona del continente podríamos decir que se está perdiendo la felicidad?
Absolutamente. El gran problema de nuestro tiempo es el consumismo, que es peor que la droga y está destruyendo al planeta.
¿Los gobiernos de la región deben pensar más en el ser humano?
El expresidente Ernesto Samper está de acuerdo en que promovamos desde Unasur un encuentro para el buen vivir y que los países reflexionemos sobre esto. La gente sigue comprando cosas que no necesita, y por eso nuestro pedido es muy humanista, hacia una revolución del espíritu. Tenemos el deber humano de intentarlo y de buscar hacer lo posible por vivir en un mundo mejor.