Acusan de delito cibernético en Brasil a periodista que publicó filtraciones de Snowden en 2013 e irregularidades en caso Lava Jato en 2019

En esta foto de archivo tomada el 25 de junio de 2019, el periodista estadounidense Glenn Greenwald, fundador y editor de los gestos del sitio web The Intercept, durante una audiencia en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja en Brasilia.

En esta foto de archivo tomada el 25 de junio de 2019, el periodista estadounidense Glenn Greenwald, fundador y editor de los gestos del sitio web The Intercept, durante una audiencia en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja en Brasilia.

En esta foto de archivo tomada el 25 de junio de 2019, el periodista estadounidense Glenn Greenwald, fundador y editor del sitio web The Intercept, durante una audiencia en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja en Brasilia. Foto: Archivo AFP

La Fiscalía de Brasil denunció este martes 21 de enero de 2020 a siete personas, entre ellas el periodista estadounidense Glenn Greenwald, por varios supuestos delitos cibernéticos relacionados con la filtración de información obtenida en los teléfonos móviles de diversas autoridades del país.

Greenwald es reconocido por haber publicado las filtraciones de Edward Snowden, en 2013, sobre el alcance del programa de espionaje cibernético masivo por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Este trabajo, que fue publicado en The Guardian y el Washington Post, fue galardonado con un premio Pulitzer. 

Aunque la Policía Federal no presentó cargos contra Greenwald, la Fiscalía decidió denunciar al periodista al considerar que "auxilió, incentivó y orientó" a los hackers que filtraron las informaciones de diversas autoridades, entre ellas la del exjuez y actual ministro de Justicia, Sergio Moro, según explicó la propia institución en un comunicado.

"Son apuntadas la práctica de organización criminal, lavado de dinero, así como las interceptaciones telefónicas llevadas a cabo por los investigados", subrayó la Fiscalía.

El pasado diciembre, la Policía Federal presentó cargos contra seis sospechosos de piratear los teléfonos móviles de varias autoridades, entre ellas Moro y algunos fiscales de la operación anticorrupción Lava Jato.

El portal The Intercept Brasil, dirigido por Greenwald, publicó entonces una serie de reportajes basados en esos mensajes filtrados, que puso en duda la actuación de Moro cuando todavía ejercía como juez en primera instancia de la Lava Jato.

Ante el escándalo, el magistrado de la Suprema Corte, Gilmar Mendes, determinó que el periodista, casado con un diputado brasileño, no fuera investigado por la invasión de los dispositivos.

Sin embargo, la Fiscalía alegó que, durante las investigaciones, fue encontrado un audio de un diálogo entre Greenwald y uno de los hackers, en el que el periodista habría "orientado" al grupo delictivo.

Greenwald señaló que la denuncia "es un intento obvio de atacar la prensa libre en represalia por las revelaciones que relatamos sobre el ministro Moro y el Gobierno Bolsonaro", según un comunicado al que tuvo acceso el diario Folha de Sao Paulo.

"Es también un ataque directo al Supremo, que determinó que tenemos el derecho de tener nuestra libertad de prensa protegida", señaló. Y agregó: "No seremos intimidados por esos intentos tiránicos de silenciar a los periodistas. Estoy trabajando ahora con nuevos informes y continuaré a hacer mi trabajo periodístico.

Libertad de prensa

En la denuncia remitida a la Justicia, el fiscal Wellington Divino de Oliveira señaló que los diálogos demuestran que Greenwald "fue más allá" de su "deber periodístico" de "desnudar las entrañas de las tramas de poder y corrupción".

Glenn Greenwald, según el fiscal, "indicó acciones para dificultar las investigaciones y reducir la posibilidad de responsabilidad penal".

La Fiscalía informó que "fueron comprobadas" 126 interceptaciones telefónicas, telemáticas o de informática y 176 invasiones de dispositivos informáticos.

De acuerdo a las autoridades, las actividades ilícitas del grupo, que incluían estafa, fraudes bancarios y piratería informática, entre otros tipos de delitos cibernéticos, podrían haber afectado a unas 1 000 personas.

Entidades reprochan denuncia

Amnistía Internacional (AI) calificó como "profundamente grave" la denuncia presentada contra Greenwald, casado con un diputado brasileño y quien nunca llegó a ser investigado por las autoridades, y señaló que el caso representa "una escalada de la amenaza a la libertad de prensa" en el país.

"Nos causa extrañeza las informaciones de que Glenn Greenwald fue denunciado sin que siquiera fuera investigado, y esperamos que las autoridades policiales esclarezcan los procedimientos legales que llevaron a dicha decisión", señaló la organización internacional de defensa de los derechos humanos en una nota pública.

AI destacó que la denuncia se suma a "una serie de agresiones que el presidente, Jair Bolsonaro, ha practicado contra reporteros" y periodistas.

Igualmente se manifestó sobre la denuncia el relator especial de la ONU sobre libertad y expresión, David Kaye, quien aseguró que hará "preguntas" al Gobierno brasileño acerca del caso.

"Haré preguntas al Gobierno, pero, a primera vista, esto es extremadamente preocupante y parece un esfuerzo para intimidar", indicó Kaye en las redes sociales.


Por su parte, la Federación Nacional de los Periodistas (Fenaj, por sus siglas en portugués) indicó que Greenwald, quien comanda el portal The Intercept Brasil, cumplió con su "deber profesional" al publicar los diálogos filtrados, ya que se trataban de informaciones de "interés público".

En los últimos meses, el portal ha publicado una serie de reportajes basados en los mensajes intercambiados entre Moro y los fiscales de la Lava Jato, lo que puso en duda la actuación del ahora ministro de Justicia cuando todavía ejercía como juez.

"Hay que dejar claro que Glenn Greenwald y todo el equipo del portal The Intercept Brasil están haciendo periodismo al denunciar las irregularidades cometidas en el ámbito de la Lava Jato", recalcó Fenaj.

La denuncia, "por lo tanto, es una forma de intimidación al periodista y una amenaza a la actividad periodística", añadió.

Ya la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (Abraji) denunció que la Fiscalía "abusa" de sus funciones "para perseguir a un periodista" y "violar el derecho de los brasileños de vivir en un país con una prensa libre y capaz de exponer los desvíos de agentes públicos".

En la misma línea se manifestó el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, quien afirmó que la denuncia se trata de una "amenaza a la libertad de prensa" y que "sin periodismo libre no hay democracia".

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