Sao Paulo, Reuters
Un científico brasileño está desarrollando un método para purificar agua residual contaminada que se acumula en sitios mineros, usando bacteria modificada genéticamente que puede absorber metales pesados.
Ronaldo Biondo, de la Universidad de Sao Paulo, está desarrollando la tecnología para la gigante minera brasileña Vale, que espera usarla como una forma más simple y económica para recuperar los metales pesados que contaminan las aguas residuales de las minas.
Vale ha entregado alrededor de 4 millones de reales brasileños (2,19 millones de dólares) para financiar la investigación y tendrá acceso exclusivo a la tecnología. Las mineras tienen una obligación legal de tratar el agua antes de deshacerse de ella, pero los actuales métodos que requieren de tratamiento químico, filtración y sedimentación son caros.
“Con la bacteria, puedes tener un sistema en que todo esto es realizado en un paso”, dijo Biondo en una entrevista en el laboratorio de la Universidad. “Hay dos cosas: limpieza y recuperación (de metal).
Es una alternativa biológica. Es mucho más barato y eso es una gran ventaja”, añadió. Tras desarrollar la bacteria con las propiedades requeridas, Biondo trabaja ahora en la construcción de un biorreactor de escala industrial, una suerte de cámara donde el microbio capturará metales de aguas residuales depositadas dentro de ella.
“Estamos en la etapa en que estamos llevando (el biorreactor) desde el laboratorio para aumentar su escala. Tenemos que hacer esto gradualmente hasta llegar a la escala que la industria necesita”, explicó. Su Universidad ha aplicado a dos patentes por el sistema.
Los metales que permanecen en el biorreactor pueden ser recuperados a través de la incineración del residuo. La cantidad recuperada dependerá de lo contaminada que haya estado el agua residual, afirmó Biondo. Agrandar el biorreactor para manejar las pozas de aguas residuales en minas industriales probablemente tomará varios años de prueba y error para asegurar que funcione en forma tan eficaz como el modelo de laboratorio.
Según Biondo, podría estar listo en alrededor de cinco años. La idea surgió durante una conversación en el 2003 entre el director ejecutivo de Vale, Roger Agnelli, y Ana Clara Schenberg, una profesora de microbiología en la Universidad, durante un evento realizado por Vale como parte de las celebraciones del Carnaval de Río de Janeiro.
“Está funcionando muy bien en el laboratorio, pero tenemos que ver cómo anda cuando lo agrandemos”, declaró Schenberg. Biondo realizó la modificación de la bacteria Cupriavidus Metallidurans, o CH34, que no es afectada por metales pesados, tóxicos, para su tesis doctoral.
El científico cambió el ADN del microbio para que cree más de una proteína cargada negativamente que permite que mayores cantidades de iones de metal se adhieran a su pared celular. El microbio modificado es más efectivo en la recuperación de plomo, zinc, cobre y cadmio, pero Schenberg dijo que se trabajará más para ver cómo podría hacerse más efectiva en el tratamiento de aguas residuales en vetas de extracción de mineral de hierro, el principal producto de Vale.
También está siendo adaptado para ser capaz de recuperar mercurio y podría habilitarse también para usarlo con níquel y manganeso.