En estos días el país anda alborotado con Bosco. Y no precisamente por el santo italiano cuyas reliquias estarán hasta el 28 de abril en el Ecuador, como parte de la gira por los 150 años de fundación de la Orden Salesiana, sino por el Bosco tantas veces citado en las declaraciones de testigos convocados para tratar de configurar un juicio político al fiscal Washington Pesántez.
Este personaje, según los denunciantes, si bien goza de la categoría de fantasma, existe. Ha sido visto junto al Fiscal y también en los pasillos de la institución. Ningún testigo supo decir, señala una nota de este Diario, si este abogado trabaja ahí, pero los asambleístas que impulsan el juicio dicen que no es un hombre rico -no declara impuestos-, aunque registra viajes dentro y fuera del país, varias veces junto al Fiscal.
Uno de esos desplazamientos, en solitario, tuvo como destino Machala, con el objetivo, según los denunciantes, de presionar a la ex fiscal de El Oro a que archivara un caso sobre aduanas. Si Lucy Blacio -ex fiscal distrital que fue premiada por Estados Unidos por su lucha contra la trata de blancas- dice la verdad, Bosco le habló a nombre de Pesántez. Después, habría sido amenazada telefónicamente por la misma voz imperativa sobre la cual ya se ha oído una denuncia de otro ex fiscal. La funcionaria al final se hizo a un lado.
Si es así, Bosco y su entorno obran milagros, pero de los malos. El asambleísta Paco Velasco denunció cómo un Porsche Cayenne 2005, valorado en más de USD 70 000, tras varias maniobras legales, fue rematado por
José Francisco Borja, primo de Aliz Borja de Pesántez, en USD 20 000. Y hay también denuncias de tráfico de influencias.
A propósito de santos y seguidores, se cuenta que el más destacado de los discípulos de san Juan Bosco, Domingo Savio, también santo a la postre y quien murió pocos días antes de cumplir 15 años, escribió el día de su primera comunión su famosa frase: “Antes morir que pecar”. ¿Qué frase pudiera escribirse al calor de la pelea sin cuartel en la cual se está usando el chantaje para frenar las denuncias? ¿“Antes morir que renunciar”?
Tras el pedido de juicio que se inició por la actuación del Fiscal en la investigación del accidente en el cual estuvo involucrada su esposa, el país ha visto cómo han salido a flote trapos sucios que al parecer se guardaban bajo llave, por si necesitaban usarse en algún momento, algo reprochable en autoridades cuya obligación es la transparencia.
Ya salió el asambleísta gobiernista César Rodríguez a lamentarse de que la decisión de AP sobre el juicio no fue “orgánica”, es decir que no estuvo tamizada por los intereses corporativistas. Quizás lo que pasa es que Bosco, sus patrocinadores y sus detractores solo nos están mostrando un poco quiénes son los beneficiarios del “Plan Nacional del Buen Vivir”. ¿Antes morir que pecar?