El candidato a líder conservador y a primer ministro británico, Boris Johnson, en una foto tomada el 22 de junio durante el acto de campaña del Partido Conservador en Birmingham, Reino Unido. Foto: EFE
El británico Boris Johnson, favorito para suceder a la primera ministra Theresa May, propuso un sistema de puntos para “controlar” la inmigración, uno de los temas que centró el voto a favor del Brexit en el referéndum de 2016.
Johnson, excanciller y exalcalde de Londres, se enfrenta al actual ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, para convertirse en líder del Partido Conservador británico y por ende en primer ministro tras la dimisión de May debido a su incapacidad para cumplir con el Brexit, que fue retrasado al 31 de octubre.
Casi a diario, los dos candidatos presenta elementos de su programa para seducir a los 160 000 miembros de la formación que deberán elegir entre ambos a finales de julio.
Si gana, Johnson prevé establecer un sistema de inmigración por puntos, una propuesta que ya había mencionado en el pasado pero que desagradaba a May porque, según ella, no permite controlar el número de migrantes aceptados.
Según este sistema, los candidatos a la inmigración recibirían luz verde en función de si cumplen determinados criterios, de cualificación, de trabajo asegurado y de conocimientos lingüísticos.
“Debemos estar mucho más abiertos a la inmigración altamente cualificada, como la de los científicos, pero también debemos asegurar al público que, al salir de la UE, tenemos control sobre el número de inmigrantes no cualificados que entran en el país”, dijo Johnson, defensor de un Brexit duro, en un comunicado.
“Debemos ser más duros con los que abusan de nuestra hospitalidad. Otros países como Australia tienen grandes sistemas y deberíamos aprender de ellos”, insistió.
Johnson aseguró asimismo que garantizará los derechos de los cerca de 3,8 millones de ciudadanos europeos afincados en el Reino Unido para que puedan seguir viviendo en el país incluso en el caso de un Brexit sin acuerdo el 31 de octubre.
El acuerdo de divorcio negociado por May con Bruselas, pero rechazado tres veces por el parlamento británico, prevé que los europeos en el Reino Unido y los británicos en los otros 27 países del bloque puedan continuar estudiando y trabajando como hasta ahora.