A pesar de la prohibición del Gobierno de las reuniones, grupos de jóvenes se encontraban en la playa. Foto: AFP
Los bañistas, surfistas y turistas tuvieron que abandonar el sábado 21 de marzo del 2020 Bondi Beach, la famosa playa de Sídney, después de que las autoridades decidieran cerrarla al público en un intento de contener la epidemia del covid-19, que ya infectó a más de 1 000 personas en Australia.
La policía acordonó las entradas a esta playa en Sidney y también prohibió la entrada en otras de la ciudad.
La medida temporal se produjo después que se difundieran fotos en varias redes sociales mostrando nutridos grupos de jóvenes en la playa. Las autoridades el país habían prohibido ya las reuniones que congreguen a más de 500 personas.
“Esto no es algo que estamos haciendo porque nos divierte, se trata de salvar vidas”, dijo a los reporteros el responsable de la policía en el estado de Nueva Gales del Sur, David Elliott.