México. AFP
Un pastor boliviano que dijo actuar “por inspiración divina” secuestró ayer un avión de la empresa Aeroméxico que unía a Cancún con Ciudad de México. El incidente, que duró más de una hora, concluyó sin víctimas en el aeropuerto de la capital, se informó oficialmente.
El secuestrador, quien portaba una biblia, dijo a las autoridades que actuó por “una inspiración divina” ya que “había tenido una revelación de que México estaba ante un peligro, ante un terremoto”, informó en rueda de prensa el ministro mexicano de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
Algunos testimonios
Marco Ramírez, un pasajero del Boeing 737, explicó que oyó al secuestrador que exigía hablar con el presidente mexicano Felipe Calderón.
Otra viajera, Adriana Romero, refirió que no hubo gritos, ni llanto ni crisis de nervios.
Leonardo Sánchez, vocero del aeropuerto mexicano, explicó que la amenaza se originó en pleno vuelo y que el secuestrador utilizó una caja chica envuelta con cinta de empaque.
En un operativo relámpago, las fuerzas de seguridad tomaron el control y liberaron a los 104 pasajeros del vuelo 576 de Aeroméxico, que llegó en horas de la tarde al aeropuerto capitalino Benito Juárez, tras haber partido desde el balneario de Cancún.
El detenido, identificado como José Marc Flores Pereira, de 44 años, de nacionalidad boliviana y residente en México desde hace 17, explicó tras su arresto que su “inspiración divina” estaba relacionada con la fecha del 9 de septiembre de 2009, ya que si los números de “9-9-09 se colocan al revés es 6-6-6” (relacionado con el anticristo), dijo el funcionario.
Las demandas del secuestrador fueron “sobrevolar el aeropuerto siete veces y una entrevista con el presidente Felipe Calderón”, dijo el secretario de Seguridad, al precisar que el secuestrador advirtió que llevaba un “artefacto explosivo, que resultó ser un artefacto simulado”, elaborado con dos latas de jugo rellenas de tierra.
El presidente Calderón se declaró “muy satisfecho por cómo se resolvió” la situación, sin que se registraran víctimas.
El control de la nave fue retomado en un operativo realizado por la Policía Federal Preventiva, que duró escasos tres minutos. Las aerolíneas mexicanas no habían sufrido secuestros desde noviembre de 1972, cuando una nave fue tomada por presuntos guerrilleros izquierdistas, quienes pedían la liberación de cinco de sus compañeros. En esa ocasión se negoció la liberación de los pasajeros.