Bogotanos enfrentan tercer día de paro de transporte público

Bogotá, AFP

Los cerca de ocho millones de bogotanos enfrentaban este miércoles el tercer día consecutivo de una huelga de transporte público, agravada por actos vandálicos en un populoso sector del noroccidente de la capital, informaron las autoridades.

Unas 300 personas protagonizaron los disturbios, que fueron controlados por la Policía Antimotines en la madrugada de este miércoles, en la localidad de Suba, una de las más populosas de Bogotá.

Comercios saqueados, viviendas con ventanales rotos y autobuses alimentadores del servicio de Transporte Masivo Transmilenio (autobuses articulados que circulan por un carril especial) dañados, fue el saldo de la violenta protesta.

Un total de 28 personas fueron detenidas tras los disturbios.

El alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, del izquierdista partido Polo Democrático Alternativo, acompañado y apoyado por el ministro de Transporte, Andrés Ariel Gallego, intentaron hasta la madrugada llegar a un acuerdo con la Asociación de Pequeños Transportadores (Apetrans), que organizó el paro.

Para tratar de minimizar el impacto de la falta de autobuses, Moreno suspendió desde el martes la restricción de circulación, que rige dos días a la semana para los vehículos particulares de acuerdo con el número de sus matrículas.

Pese a ello, la situación continuaba resultando muy difícil para miles de bogotanos que debían desplazarse a sus lugares de trabajo caminando, en bicicleta o apiñados en camiones particulares, y algunos del Ejército y la Policía puesto al servicio para tal fin.

La huelga se desató en reacción a un plan de modernización del servicio de transporte público puesto en marcha por la administración de Bogotá y que es rechazado por los transportistas.

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