Santiago Estrella. Buenos Aires
Hubo momentos de esperanza y de orgullo, pero también rabia y lágrima. Ayer, en el Día mundial de la lucha contra el sida, Álex Freire y José María di Bello llegaron a las oficinas del Registro Civil del barrio de Palermo, en Buenos Aires, para convertirse en la primera pareja gay de Latinoamérica en contraer matrimonio. Pero deberán esperar la resolución de la Corte Suprema de Justicia, que ya discute el tema.
Pese al fallo de la jueza en lo Contencioso Administrativo de la Ciudad de Buenos Aires, Gabriela Seijas, quien había autorizado el casamiento hace dos semanas, el lunes, la jueza de lo Civil, Martha Gómez Alsina, dictó una medida cautelar que ordenaba al Registro Civil abstenerse de oficiar el casamiento. La jueza dio paso a un pedido en ese sentido auspiciado por abogados de la Corporación de Abogados Católicos.
“No nos vamos a ir hasta que nos casemos”, dijo Álex ante amigos, miembros de la comunidad gay, políticos que impulsan las reformas al Código Civil, miembros de organizaciones de DD.HH. y ciudadanos comunes, como Gustavo Morete, quien decía no entender “las mentalidades retrógradas. Tienen que haber leyes para que todas las personas puedan vivir su amor protegidos por el Estado”.
El dilema jurídico necesitaba un pronunciamiento de la ciudad autónoma de Buenos Aires. Su jefe de gobierno, Mauricio Macri, había deseado “que sean felices” y que se trataba de “un paso adelante”. Sin embargo, la visita del cardenal Jorge Bergoglio, con reprimenda incluida, parece haberle modificado su visión. Ayer, Pablo Tonelli, procurador de la ciudad, desconoció el fallo de Seijas.
“Macri nos mintió. Borró con el codo lo que escribió con la mano”, dijo María Rachid, presidenta de la Federación Argentina de Lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
Gritos contra Macri
Los asistentes a la frustrada boda entre Freire y Di Bello marcharon hasta la Casa de Gobierno de la ciudad para protestar el cambio de posición. Algunos corearon “Macri, basura, vos sos la dictadura” y “Poropopó, queremos todos matrimonio y adopción”.
Martín Peretti es otro de los que esperan una resolución de la justicia para casarse con su pareja, Óscar Marvich. “Es un paso más que hay que dar. Pero el matrimonio gay es algo que se va a dar”, dijo a este Diario.