Redacción Judicial
Su transparencia para reconocer que se equivocó al apuntar a dos personajes en una supuesta ayuda a una guerrillera no fue suficiente para aplacar la ola de críticas al informe de la Comisión de Transparencia y Verdad de Angostura.
Francisco Huerta Montalvo coordinó la Comisión y defiende dicho documento, pese a que este tiene vacíos o afirmaciones no fundamentados con solidez.
Uno de los primeros en evidenciar esas falencias fue el presidente de la Asamblea, Fernando Cordero. Él dijo que la Comisión debía tener pruebas para afirmar que el extinto Puesto Avanzado de Operaciones de EE.UU. (FOL) en Manta intervino en el bombardeo del 1 de marzo de 2008 a la base de las FARC en Angostura.
Precisamente esa conclusión de la Comisión causó remezón. La Embajada de EE.UU. reclamó: “Parece que el informe repite muchas de las acusaciones y alegaciones hechas anteriormente por el Gobierno ecuatoriano. La Embajada de los Estados Unidos cooperó con la Comisión encargada del informe, le proporcionó información y lamenta que se haya ignorado mucha de la información entregada”. Colombia, de su lado,
aseguró que ninguna fuerza extranjera intervino en el ataque.
Pero el Presidente de la Asamblea fue más allá: “No le doy mucho crédito al informe, la Comisión ha hecho públicos ciertos nombres de gente supuestamente vinculada a las FARC… Si por presentar ese informe quieren la inmunidad, que se olviden”.
Al respecto, Huerta salió en defensa del trabajo de la Comisión y del documento de 131 páginas. Mas en entrevista con este Diario reconoció que no se recabaron los testimonios de algunos de los actores que se mencionan en el informe. Asimismo, admitió que no contrastaron toda la información, como el anexo K, un documento apócrifo que refiere supuestas anomalías en cuentas de agentes de Inteligencia de la Policía.
Según Huerta, ese documento fue proporcionado a la Comisión por el Ministerio Coordinador de Seguridad Interna y Externa. El ministro de esa Cartera, Miguel Carvajal, señala que, en efecto, se entregó el documento anónimo a los comisionados y aseguró que no conoce el origen, solo que llegó al Ministerio. ¿Si no había firma de respaldo por qué no lo entregó a la Fiscalía en lugar de a la Comisión, que no es un actor judicial?
El fiscal Washington Pesántez también criticó el informe, aunque hasta ahora no ha dicho si va a investigar alguno de los hechos o a leer los papeles apócrifos.
La justificación de Huerta para presentar datos sin contrastar en el informe es débil, pues apenas lo atribuye a la falta de tiempo.
¿Quién es?
Es médico cirujano, graduado en la Universidad de Guayaquil. Fue Ministro de Gobierno en el Régimen de Gustavo Noboa y ministro de Salud durante el Gobierno de Oswaldo Hurtado.
¿Qué dijo?
Admitió que el informe tiene fuentes anónimas. “Si se judicializan las cosas, los testigos privilegiados que mantenemos en reserva en nuestro informe tendrán que ir a declarar”.