La biomasa, una fuente poco explotada

Redacción Tecnología
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En Ecuador   las grandes presas y  los complejos hidráulicos  han desplazado a otras fuentes energéticas con potencial. 
 

Una fuente válida
La energía de la    biomasa  proviene  del Sol. Mediante  el proceso, que es  conocido como la fotosíntesis,  el reino vegetal absorbe y almacena una parte de la energía solar que llega al planeta   Tierra.   
Alfredo Mena   considera que del mismo modo que  en las plantas de azúcar hay montañas de bagazo; en las extractoras de palma, existen grandes cantidades de residuos: la fibra, el cuesco y el raquis o tusa para ser utilizados en la generación de electricidad. 
 

Entre ellas  se destacan, sobre todo,   la energía eólica, la solar (fotovoltaica y termosolar), la que explota las olas del mar y por supuesto la biomasa. Todas ellas pueden ser aprovechadas en Ecuador.

Alfredo Mena, ingeniero eléctrico y presidente de la Corporación para la Investigación Energética, destaca el valor energético de la biomasa y señala que  la  producción de electricidad a partir de fuentes renovables de biomasa no contribuye al efecto invernadero. De hecho,   el dióxido de carbono liberado por la biomasa es  después    absorbido por las plantas durante su crecimiento.

En el país, la biomasa de residuos agrícolas más abundantes son el banano, café, cacao, flores, palmito, maíz duro, maíz blando, cascarilla de arroz, papas y otros.  A pesar de que son numerosas, el país no las ha explotado.
 
Por ejemplo, la Corporación para la Investigación Energética tiene  una planta de biocombustible en la zona de La Concordia.
Se trata de una planta de gasificación de los residuos de la palma africana, arroz y café. Por el momento, producen solo 30 kilovatios (energía para cerca de 30 viviendas).
   
El Centro Neotropical  para la investigación de la Biomasa, de la Pontificia Universidad Católica,   también   trabaja  en un proyecto, denominado Reseta, (Recursos Sustentables para Etanol)   orientado a la  explotación de   algunos de estos residuos.
  
Javier Carvajal, director de este Centro Neotropical, explica que se    efectuó  un censo a escala nacional de todos los desechos que existen en Ecuador  y   que representen una cantidad significativa para ser utilizada.
 
El propósito  es  explotar  estos recursos  para una futura  biorrefinería.  “A través del estudio, concluimos que si  todo el desecho de banano, café, cacao y palmito se utilizaran solo para la producción de etanol,   el 15,8%  de la gasolina que  usamos podríamos sustituirlo por etanol”.
 
Cuando el etanol se utiliza en una biorrefinería, todos los  desechos que se producen en su elaboración, entre ellos  la  linaza  que es el producto de la destilación del etanol, puede ir a una planta de biogás que debe estar acoplada a la biorrefinería.    
 
Al quemar este gas en un motor de generación se produce energía para consumo de la misma planta de producción  como para poblaciones aledañas. 

Otro residuo agrícola que también puede ser empleado es la cascarilla de arroz de las piladoras. Mena dice que estas son numerosas, principalmente, en las provincias del Guayas y Los Ríos.  “Se puede utilizar el método de gasificación o la quema directa en un caldero para producir electricidad. Otra energía que ha sido poco aprovechada en el país    es la geotérmica, es decir, la que proviene de la Tierra. 

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