En el 2016, el Biess entregó unos de USD 1 100 millones en créditos hipotecarios y este año pretende colocar USD 1 350 millones. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Desde marzo del 2017, el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) entrega un documento con el que garantiza que no cambiará las condiciones de financiamiento de precalificación de un crédito hipotecario durante dos años.
El beneficio busca que los interesados en una vivienda tengan la seguridad de que la entidad mantendrá por 24 meses las condiciones como plazos, tasas, requisitos de afiliación o jubilación y, además, el monto.
Estas condiciones solo pueden cambiar bajo circunstancias extremas, como la pérdida del empleo, según explicó Patricia Rivera, gerenta regional del Biess en Guayaquil.
Por ejemplo, si una persona hizo la precalificación para un crédito de USD 150 000 a una tasa de interés del 8,69% y a un plazo de 25 años y realiza este trámite, tendrá la garantía de que esas condiciones seguirán.
Con este documento, la persona que realiza una reserva podrá planificar de mejor manera el crédito para adquirir su vivienda, explicó Jaime Rumbea, portavoz de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Viviendas del Ecuador (Apive).
“El Biess respetará las condiciones que se establecen en la precalificación del crédito, por lo que es un buen servicio; antes no se lo hacía”, sostuvo el vocero de Apive.
La normativa que rige al Biess permite a la entidad modificar la tasa cada seis meses. Si bien el Biess no ha cambiado la tasa de interés en el pasado, sí ha modificado el monto. Desde enero del 2016, la entidad puso un tope de USD 150 000 al hipotecario para redireccionar esos recursos a viviendas de interés público.
Ese ajuste dejó en el aire promesas de compraventa que se habían firmado por montos mayores, lo cual perjudicó a algunos afiliados y constructores, aseguró Rumbea.
Verónica Escalante, quien labora en una inmobiliaria, hizo el trámite para obtener un hipotecario de 250 000 el 2015 y fue de las últimas en recibirlo antes del ajuste. “Si me demoraba un poco, ya no obtenía el crédito”, dijo al señalar que el cambio casi le deja sin la posibilidad de acceder a la vivienda que había reservado dos años antes.
Para Rumbea, tener la certeza de que los afiliados contarán con los recursos esperados y bajo las condiciones esperadas es una buena noticia.
En el 2016, el Biess entregó unos de USD 1 100 millones en créditos hipotecarios y este año pretende colocar USD 1 350 millones.
Desde la apertura del Biess hasta la fecha se han entregado más de 157 000 créditos hipotecarios y solo el 2016 se otorgaron 22 000 préstamos; “es decir, los beneficiarios de estos préstamos ya cuentan con una vivienda nueva”, sostuvo la Gerenta regional del Biess.
Andrea Barahona, quien trabaja en el departamento de Compras de una empresa de servicios petroleros, accedió a un crédito de USD 129 000 para adquirir un inmueble, en noviembre del año anterior. Cree que el producto es beneficioso y ayudará a que las personas accedan a un mayor del monto de financiamiento, pues por lo general el afiliado teme que la tasa se modifique.
En esto coincide Paola Pesantes, una trabajadora que sostiene que en la situación económica actual es básico que se brinde seguridad a quien quiere tener casa propia.
El trámite para este beneficio es sencillo. Si una persona ingresa a la página web del Biess y solicita un préstamo para comprar una vivienda, en uno de los proyectos aprobados por la entidad, tendrá la opción de congelar sus condiciones de financiamiento durante los 24 meses señalados.
El documento deberá ser presentado en la entidad para su certificación. El producto no solo sirve a la persona que busca una casa sino al promotor inmobiliario, ya que es una muestra de que hay los fondos necesarios para construir los proyectos de vivienda planificados.
El sector inmobiliario estará seguro de que contará con los fondos para el desarrollo de los proyectos, sostuvo el vocero de Apive.
Rumbea destacó que esta herramienta es importante porque evita que después de un año o dos de concretar las promesas de compraventa, los clientes rescindan sus contratos porque el Biess ya no les garantiza las mismas condiciones.
La expectativa también es grande para Robinson Galarza, constructor de Galarza & Galarza. Sus proyectos están concentrados en los valles de Los Chillos y de Tumbaco.
Para él, la herramienta es esencial porque se otorga seguridad a los préstamos destinados para el sector de la construcción y cree que es un incentivo del Biess para que el sector se dinamice.
“Los constructores tenemos la tranquilidad de que los proyectos van a llegar a buen término porque recibiremos el dinero que da el Biess”, aseveró el promotor.