Las bicis están disponibles de 07:00 a 19:00. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
‘Cuando llegaron las bicicletas eléctricas había capacitaciones más fuertes”. Esa es la idea que tiene Javier Villamarín, usuario del sistema BiciQ, sobre el uso de la bicicleta eléctrica en Quito.
Para Villamarín, el hecho de que no haya mayor énfasis en la capacitación para el uso de este tipo de medio de transporte puede ser un problema si no se conoce su funcionamiento.
“Por ejemplo, si no se utiliza regularmente, la gente puede operar mal el cambio de las marchas, ya que pierde la costumbre”, comentó.
Diego Naranjo, director de Seguridad Vial de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), dijo que sí hay daños frecuentes en las bicicletas eléctricas y estos tienen que ver con un uso no adecuado por parte de los ciclistas.
“Estas bicicletas no están diseñadas para soportar los golpes que se generan el bajarse desde la vereda hacia la calle o movilizarse por vías empedradas”, dijo Naranjo.
Ubicación de las 24 estaciones operativas de la BiciQ en Quito:
Desde esta semana, 216 de las 296 bicicletas eléctricas que son parte de la bicicleta pública de Quito estarán distribuidas en las 24 estaciones entre el centro y norte de la ciudad. Es decir, el 72,9% de unidades estará operativo. Esto se da después de un proceso de mantenimiento que se inició en enero pasado y se preveía que concluya hoy.
El mantenimiento preventivo y la reparación de las bicicletas se realizaban bajo un contrato que terminó en agosto del 2017. En diciembre pasado, el Municipio de Quito contrató a un nuevo proveedor para el mantenimiento.
Sin embargo, la llegada de repuestos necesarios para la reparación de las últimas 80 bicicletas provocó un pedido de prórroga por parte del proveedor del servicio.
Naranjo dijo que el contrato del servicio prevé este tipo de aplazamientos y se estima que el 100% de las bicicletas eléctricas esté listo hasta el 31 de mayo de este año.
Para no sacar de circulación a todas las unidades durante el mantenimiento, la entrega de las que estaban listas se fue haciendo de manera progresiva.
Esto, según Naranjo, ocurre porque no hay una cultura de respeto hacia este tipo de bienes públicos. Para él, un dato que demuestra esa realidad es que, tras el mantenimiento hecho desde enero, 27 bicicletas volvieron a los talleres para un nuevo ajuste.
Para Diego Fierro, usuario del sistema BiciQ, las eléctricas facilitan el traslado y ese el beneficio que prestan. Sin embargo, la necesidad de una capacitación es lo que puede desanimar a los usuarios.
Una vez que estén todas las unidades listas, la AMT iniciará un nuevo proceso de formación. Naranjo informó que en esto no solo participarán los nuevos usuarios de la BiciQ, sino también los agentes civiles de Tránsito que están encargados de operar el sistema.
Sobre esto, Fierro dijo que el desplazarse hacia un lugar específico como fue al principio, es un problema. Para este usuario, lo óptimo sería mantener la modalidad actual en la que, previo al uso de la bicicleta eléctrica, hay una capacitación rápida por parte de la persona encargada de la estación.
Pero, no solo la capacitación será la medida a tomar para cuidar las bicis repotenciadas. Naranjo señaló que ya existe un proceso para la sanción a los usuarios que maltraten las unidades de la BiciQ.
Estas sanciones contemplan la suspensión del uso del servicio por días, meses o incluso el pago de los daños, cuando la afectación tenga un costo elevado. “El único caso de sanción económica se dio a finales del año pasado. La persona que se chocó con la bicicleta pagó los costos de la reparación”, señaló el funcionario de la AMT.
El Municipio prevé que el sistema de la BiciQ, que incluye también 317 bicicletas normales, mejore con un proceso de automatización. Esto significa, que se facilitará el préstamo de las unidades mediante una plataforma que permitirá liberar las bicicletas con el ingreso del carné de usuario.
Los datos de la AMT revelan que en el Distrito Metropolitano, entre el 2017 y 2018, se realizaron 30 000 viajes en bicicleta eléctrica. Eso representa el 19% de los traslados en todo el sistema. Es decir, el 81% de viajes que se hacen en la bicicleta pública son en las unidades tradicionales.