La diputada de Podemos, Carolina Bescansa, sostiene a su bebé después de depositar su voto durante la constitución del Congreso, en el Palacio de las Cortes en Madrid el pasado 13 de enero de 2016. Foto: AFP
Una fotografía de Carolina Bescansa, diputada de Podemos, con su hijo en el Parlamento español ha generado revuelo mediático, pero también debate sobre la condición de ser madre y tener un trabajo en el cual se permita tener al bebé.
El debate se generó en si la decisión de la diputada Bescansa es una reivindicación del derecho a conciliar la vida familiar y profesional, o un simple gesto de propaganda para su partido, que se ha convertido en la tercera fuerza del Parlamento español. La discusión fue publicada en el portal de noticias ABC.
Sobre este hecho se han manifestado diversos políticos. El presidente del Congreso, el socialista Patxi López, quien reconoció que no le gustó la ‘anécdota’ de la diputada Bescansa, de llevar a su bebé a la constitución de la Cámara.
La socialista Carme Chacón, que estaba a cargo del Ministerio de Defensa del país en 2008 cuando estaba embarazada, explicó cómo realizó su trabajo en esa Cartera de Estado, en compañía de su bebé. “He sido ministra dando el pecho a mi hijo y se quedaba en el despacho y cuando pasaban tres horas se pedía un receso y salía a darle de mamar”. Por ello la exfuncionaria expresó su desaprobación ante la acción de Bescansa.
Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, lamentó el hecho y lo catalogó como una “instrumentalización con fines políticos”.
Pedro Sánchez, el líder del PSOE (socialista), consideró que la diputada Bescansa “está en su derecho de hacer lo que hizo”, y le expresó su total apoyo. Las opiniones de detractores y defensores fueron varias, lo que generó un amplio debate.
La protagonista del tema del debate, la diputada Carolina Bescansa defendió su decisión de llevar a su hijo al Parlamento español. Ella adujo que es derecho de una madre permanecer junto a su hijo. Sin embargo, otras parlamentarias le recordaron que había una guardería en la sede del legislativo.
Tanto revuelo causó la presencia del niño, que en la votación a la presidencia de la Cámara -en la que Bescansa era la candidata de Podemos-, el bebé obtuvo un voto, evidentemente nulo. “El niño de Bescansa”, escribió un diputado bromista en su papeleta.
Para algunos el gesto de Carolina Bescansa puso sobre la mesa las dificultades que tienen las mujeres para conciliar la vida familiar y la profesional, en un país con largos horarios laborales y con escasez de guarderías.
Sin embargo, en esta ocasión se le cuestionó que ella no se acogiera a todo el permiso de maternidad que la Ley española ofrece. La diputada Bescasa antes de un mes, se incorporó a su trabajo.
Mayte Carrasco, reportera de guerra free lance y escritora, se refirió a la acción de Carolina Bescansa y aseguró que le gustó el gesto. Ella criticó la situación actual de las madres en España, para quienes es difícil encontrar trabajo o pagar una niñera por los elevados costos de sus servicios.
Ella es actualmente presentadora de noticias y puede llevar a su hijo a la estación de televisión, según información publicada en en el portal web de la ABC.
Sergio del Molino, escritor y padre de un niño de tres años, publicó en su cuenta de Facebook que la sociedad española no se encuentra preparada para aceptar que, también, es tarea de los padres la crianza de los hijos. Él ve la situación de la parlamentaria Bescansa desde el punto de vista de un padre que quiere compartir con su hijo, por lo que debe rechazar trabajos y ha optado por ser independiente.
Loreto González es madre y una reconocida profesional española, a quien no le agradó la decisión de la diputada. “No estoy a favor de los circos en el Congreso de los Diputados, a los señores diputados les pagamos los contribuyentes para que hagan el trabajo que se les ha encomendado con seriedad y profesionalidad, no para montar espectáculos mediáticos”, dijo a la ABC. Sin embargo, reconoció que se debe mejorar la conciliación de la maternidad y el desarrollo profesional.
La reconocida feminista española Eva Levy desaprobó la acción de la parlamentaria Bescansa y catalogó el hecho como una distracción de temas importantes. Para ella, se trató de una propaganda mediática.