Redacción Ibarra
Luis Rosero observa con curiosidad el paso de los camiones militares por la avenida Julio Manuel Aguinaga, en la parroquia Chaltura, en Imbabura. Desde el lunes, la presencia militar creció en esa zona, porque empezó a funcionar oficialmente el Comando de la Fuerza de Tarea 1 Norte.
“El movimiento es incesante. Entran carros con vidrios ahumados, camiones y jeeps con militares armados. Hasta cierto punto es bueno porque este cuartel nos da la sensación de seguridad”, comenta Rosero.
Este comando tiene a su cargo a miembros de las tres ramas de las FF.AA. y es el encargado de coordinar la vigilancia de seis provincias y especialmente de la frontera con Colombia.
El puesto fue levantado en una propiedad incautada a Óscar Caranqui, acusado de narcotráfico. La propiedad tiene 10 hectáreas y fue entregada en comodato por 50 años a las Fuerzas Armadas. Actualmente, en ella trabajan 120 uniformados.
En la casa principal se reúnen los oficiales para delinear los operativos que se ejecutan en la frontera. Uno de ellos es el capitán de Navío, Roberto González, subjefe de este comando. “Se escogió Antonio Ante porque estamos en una zona geográfica equidistante a las provincias de jurisdicción”.
A cargo del comando están las provincias de Carchi, Imbabura, Esmeraldas, Sucumbíos, Francisco de Orellana, Napo y Pastaza. “Desde este punto hay la misma distancia de desplazamiento a los sitios indicados”, explicó el oficial de la Marina.
La vasta propiedad será sometida a restauraciones, pero conservando el estilo de hacienda. Los uniformados que permanecen allí provienen de diversas provincias y fueron escogidos por su experiencia.
“A este comando viene personal involucrado en la planificación y el control de operaciones. El Estado Mayor de la Fuerza de Control será itinerante. En este sitio se edificará un helipuerto y probablemente la FAE envíe un helicóptero de los Dhruv (adquiridos recientemente) para operar las 24 horas”.
En las parroquias Chaltura y Natabuela, los pobladores se mostraron abiertos al cuartel. El alcalde de Antonio Ante, Richard Calderón, explicó que la presencia de este Comando va a tener muchas repercusiones.
El funcionario está convencido de que la presencia de más de 100 militares implicará un crecimiento en las ventas en esta zona, que es considerada de gran proyección urbanística.
Además, cree que los soldados ayudarán a mejorar los índices de seguridad. “Solo la presencia militar es sinónimo de orden, a pesar de que sabemos que no realizarán operativos de control en esta zona, pues esa no es su misión”, dijo Calderón.